Lo que necesitas saber:
Existen muchas maneras de refrescarnos durante la temporada de calor y las aguas frescas son uno de los mejores remedios
Del pepino con limón al maracuyá, las aguas frescas son una parte importante de nuestra alimentación diaria, así como una bebida típica nacional. Son un remedio ideal para la temporada de calor y además de poder encontrarlas en lugares tradicionales como mercados, puestos ambulantes y restaurantes, son muy fáciles de preparar y por eso aquí presentamos algunas recetas de aguas frescas mexicanas exóticas y tradicionales.

Estas sabrosas bebidas forman parte de nuestra cultura desde los tiempos prehispánicos y han evolucionado a su manera hasta la actualidad. Los aztecas acostumbraban añadirle frutas, hierbas y flores machacadas al agua de manantial para prepararlas. Con la llegada de los españoles se añadieron nuevos ingredientes como la leche, el azúcar y nuevas frutas y especias.

Durante el porfiriato y hasta la década de 1930 estas bebidas populares eran conocidas como refrescos. Se les llamó aguas frescas porque solían conservarse en ollas de barro que las mantenían a una baja temperatura. Hoy se sirven desde los famosos vitroleros y sus sabores más típicos son: horchata, tamarindo y jamaica.

Dicho esto, aquí tenemos algunas recetas deliciosas y fáciles de preparar. Estas bebidas típicas son sanas, siempre y cuando no lleven grandes cantidades de azúcar y son perfectas para quitar el calor y refrescarse, además de ser ideales para acompañar los antojitos mexicanos.
Recetas de aguas frescas mexicanas
Preparar tus propias aguas frescas en casa no es complicado. Necesitas las frutas que vas a utilizar, un poco de azúcar o tu endulzante favorito, agua hervida y hielo escarchado o en cubitos. Otros ingredientes pueden variar según el sabor que quieras hacer. Escoge tu fruta favorita y refréscate durante la temporada de calor.
Agua de maracuyá
El maracuyá o “fruta de la pasión” es originario de América del Sur y se puede conseguir en muchos mercados. Para prepararla, extrae la pulpa de cuatro maracuyás con una cuchara y ponla en una licuadora junto con una taza de agua fría. Licua para separar las semillas y cuela la pulpa en un litro de agua. Puedes añadir azúcar o miel al gusto, y si quieres, algo de jugo de limón o menta fresca. Añade el hielo y tu bebida estará lista para disfrutarse.

Agua de guanábana
Parte por la mitad una guanábana madura, quítale la cáscara y las semillas y mete la pulpa en la licuadora para obtener todo su jugo natural. Añade un litro de agua, o si prefieres, medio litro de agua junto con medio litro de leche de avena o almendras y agrega hielo y azúcar o miel a tu gusto.

Agua de horchata
Para hacer la tradicional agua de horchata, primero remoja una taza de arroz en un colador hasta que el agua salga limpia. Calienta medio litro de agua en una olla y cuando hierva añade el arroz y apágala. Agrega dos rajas de canela y deja reposar la mezcla por una hora. Pasado el tiempo, mezcla los ingredientes en la licuadora y cuélalos en una jarra con dos litros de agua. Añade un poco de endulzante, una taza de leche o una lata de leche evaporada y hielo, revuelve y el agua estará lista para refrescarte.

Agua de pepino con limón
Entre las recetas de aguas frescas mexicanas, esta es una de las más sanas y refrescantes. Para prepararla licua tres pepinos pelados y picados con dos tazas de agua junto con media taza de jugo de limón sin semilla y un par de cucharadas de tu endulzante favorito. Pon la mezcla en una jarra con un litro de agua y revuélvela con hielo.

Agua de tuna
Pela con cuidado diez tunas blancas, amarillas o rojas con un cuchillo o un tenedor. Colócalas en la licuadora junto con aproximadamente media taza de azúcar o endulzante, el jugo sin semilla de cinco limones y medio litro de agua. Mezcla y cuela el resultado en una jarra con litro y medio de agua. Añade hielo o refrigérala y olvídate del calor.

Agua de rompope
Para preparar dos litros de agua fresca de rompope necesitas poner un litro de rompope en la licuadora junto con una cucharada de extracto de vainilla y dos tazas de agua fría. Para que tenga el sabor y la consistencia perfectas, también mezcla una taza de leche condensada con una de leche evaporada en otro recipiente y añádelas a la licuadora junto con dos tazas de agua y la cantidad de hielo que necesites. Licua y disfrútala con un poco de canela.
