Lo que necesitas saber:
Tepito es un barrio muy representativo de nuestro país. Tiene su propio encanto y a lo largo del tiempo ha sabido conservar sus tradiciones.
Ubicado al norte del Centro Histórico de la CDMX, tenemos uno de los barrios más emblemáticos no sólo de la histórica colonia Morelos, sino de todo el país. En él encontramos grandes contrastes, casas y vecindades viejas y mercados grandes. Aquí tenemos la historia dura (y fantástica) de Tepito, conocido como el barrio bravo de la capital mexicana.

Tepito es un barrio popular que ha marcado nuestra identidad chilanga. Desde tiempos antiguos es conocido por tratarse de una zona comercial en la que aún hoy tenemos grandes mercados y tianguis. Además de ser conocido por sus tradiciones, también lo es por ser un barrio conflictivo de la capital, pero muchas personalidades del espectáculo y del deporte son originarios de este lugar icónico.

La historia de Tepito comienza desde los tiempos prehispánicos cuando era un lugar importante al ser un punto fronterizo entre Tenochtitlan y la ciudad de Tlatelolco. Hoy es un barrio con vecindades laberínticas y es famoso por su comercio gracias a que en sus mercados y puestos ambulantes se puede encontrar cualquier tipo de mercancía.
Los orígenes del barrio de Tepito
El nombre de Tepito proviene de la palabra náhuatl “tepiyotl”, que significa “pequeño”, aunque su nombre original era Teocaltepiton, que quería decir “templo pequeño”. Este barrio existe desde los tiempos prehispánicos y era considerado como un barrio menor que pertenecía a un barrio mayor.

Durante la época de la conquista, Tepito fue uno de los lugares con mayor resistencia en la batalla contra el ejército español y sus aliados. Según los historiadores, tras la derrota el barrio fue conocido como Tequipeuhcan, que significa “lugar de la esclavitud” y la zona quedó al margen de la nueva Ciudad de México.

En la época virreinal el lugar adquirió el nombre de San Francisco Teocaltepiton y quedó bajo el control de los indígenas tlatelolcas. Junto con su barrio vecino de Santa Ana Atenantitech (hoy Peralvillo) fue uno de los barrios marginales de la ciudad, considerado como república de indios, lo que le daba autonomía y respeto por sus usos y costumbres tradicionales.
Después de la conquista y el tiempo de la Independencia
Desde sus primeros tiempos Tepito era un lugar lleno de laberintos, con sus propias tradiciones y su magia. Lamentablemente, al ser una zona marginada, estaba descuidada y se le consideraba como peligrosa. Con la Independencia de México llegó un reordenamiento para este barrio. Muchas propiedades se vendieron a diferentes empresarios.

Pero en esa época la escasez de agua en el lugar era uno de los principales problemas. Para 1870 el barrio quedó abandonado, por lo que atrajo al crimen y terminó convertido en un enorme basurero. En 1874 el Ayuntamiento permitió la apertura de pozos para abastecer de agua a la zona. Diez años más tarde, en 1884 se fundó la colonia Morelos, habitada por obreros dedicados a la carpintería, la albañilería y otros oficios humildes.

Para 1880 Tepito se convirtió en un centro de comercio informal. Ahí se reubicó a vendedores ambulantes del Centro Histórico y de La Lagunilla, que ahora ofrecían sus mercancías en los alrededores del templo de San Francisco de Asís, la iglesia principal del barrio, fundada en el siglo XVI y reconstruida en 1734.
El siglo XX
Aunque a finales del siglo XIX Tepito tenía casas individuales, poco a poco estas se fraccionaron en vecindades. El barrio tenía agua entubada, pero por lo general sólo llegaba a una llave en la entrada de las vecindades. Así se hicieron habituales los lavaderos comunales, donde las amas de casa se reunían y hacían vida social.

Muchas de las calles no estaban pavimentadas y el drenaje era insuficiente. Durante la Guerra Cristera de la década de 1920, gente de la región del Bajío llegó a vivir a Tepito cambiando la historia del barrio. La gran mayoría eran zapateros de oficio y la venta de calzado se generalizó en la zona. Muchos comerciantes vivían en casas rústicas hechas de madera.
Para 1950 Tepito era un centro de comercio informal sin ningún control por parte del gobierno, considerado como un arrabal peligroso. Se hizo el intento de construir edificios de departamentos en lugar de las vecindades, pero la población se resistió y pidió que se respetara su forma de vida.

El gobierno cerró mercados y locales comerciales, pero con esto, los puestos de vendedores ambulantes cobraron más fuerza. En la segunda mitad del siglo XX, Tepito pasó del comercio de zapatos a especializarse en vender mercancía de contrabando o “fayuca” traída por lo general desde Estados Unidos y muchas de sus vecindades se convirtieron en bodegas para los comerciantes.
Un famoso barrio mexicano
Tepito forma parte de la historia y es un retrato de la identidad mexicana. De este barrio bravo son originarios deportistas conocidos internacionalmente como los boxeadores Raúl “El Ratón” Macías o Rubén “El Púas” Olivares, el box es una tradición local muy arraigada, tanto que el logo de la estación del metro Tepito es un guante de box.

Así también luchadores como El Santo, El Huracán Ramírez y el Místico iniciaron su carrera en el barrio bravo y Cuauhtémoc Blanco vivió durante un tiempo en Tepito. Entre las personalidades del espectáculo de origen tepiteño, tenemos a Adalberto Martínez “Resortes”, Marco Antonio Campos “Viruta” o Paquita la del Barrio.
Muchas películas del cine nacional se grabaron en sus calles y vecindades, algunas de ellas: Chin chin el teporocho, ¡Que viva Tepito! y El que no corre vuela, entre muchas otras relacionadas con la vida cotidiana y popular del barrio emblemático, famoso por sus albures convertidos en arte por la gente local.
La actualidad del barrio bravo
Hoy en día, al barrio bravo se le conoce por su comercio ilícito y por ser el mayor puto de venta de drogas de la CDMX. También tiene una gran tradición de sonideros y es famoso por su culto a la Santa Muerte, considerada como la santa patrona del lugar.

La vida de las vecindades continua, así como su comercio informal, gracias al que se puede encontrar casi cualquier producto imaginado.
En cuanto a la gastronomía tepiteña, en sus puestos y locales podemos encontrar cualquier tipo de comida mexicana. “Tepis” tiene las migas como su platillo original, preparado a base de caldo, trozos de pan, ajo y chile.

Así es la historia de Tepito, un barrio con su propio encanto, con costumbres propias y muy representativo de nuestro país, importante gracias a sus aportes a la cultura y a la economía. Pasará el tiempo y continuará como el famoso “barrio bravo” de la capital mexicana.