Fácilmente podemos enumerar tres, cuatro, quizá cinco pinturas que podríamos pensar, son las más reproducidas de la historia. Sin ir muy lejos, muchos pensarían que este honor recae en la famosa “Gioconda” de Leonardo Da Vinci. Y resulta que no…
En realidad, el cuadro más copiado de todos los tiempos es Chinese Girl (La chica china), obra del artista siberiano Vladimir Tretchikoff (1913-2006).
Este cuadro fue pintado en 1950, popularmente se le conoce como “La Dama Verde” y se ha convertido en un icono de la cultura popular. Probablemente han visto la imagen en camisas, carteles o tazas, así como en la película “Frenesí” de Alfred Hitchcock, o en videos musicales de Mike Jagger y David Bowie.
La modelo en quién Tretchikoff se inspiró para pintar Chinese Girl es Monika Sing-Lee, quien colabora con el artista desde que éste la descubrió, cuando ella tenía 17 años y trabajaba en la lavandería de su tío, en Ciudad del Cabo.
Este cuadro fue vendido al millonario británico Laurence Graff, por la módica cantidad de 982.050 libras (1,14 millones de euros), en una subasta de arte sudafricano celebrada en Londres.
Ustedes se preguntarán ¿qué hacia esta obra de un siberiano en un evento de arte sudafricano? Pues resulta que Tretchikoff desarrolló gran parte de su obra a finales de los años cuarenta en ese país.
Originalmente se estimaba el precio de la pintura en un máximo de 500.000 libras (584.000 euros), pero fue tanto el interés de los compradores, que el precio original terminó por casi duplicarse.
Ahora, el nuevo dueño planea exhibir esta pintura en un hotel que tiene cerca de la capital sudafricana de Stellenbosch.
Honestamente, ¿conocías esta pintura?