Como aficionado no podría estar más contento y eso que no hemos llegado aún a Summerslam pero como profesional he de decir que la experiencia ha sido aún mejor.
El día de antier, viernes 15 de agosto, en la Ciudad de Los Angeles y como parte de una visita explícitamente diseñada para ver lo más posible de WWE, acudí a una ronda de entrevistas con varias de las superestrellas de la compañía.
El llamado fue a las 5.30 de la mañana en el lobby del hotel para partir con rumbo al muy famoso Lucky Strikes Lines, que es un lugar para jugar bolos ubicado a un costado de la arena de los Clippers de Los Angeles y de los hoy arrimados Lakers, el Staples Center. Un boliche para famosos y gente que se arregla con tacones y camisas desabotonadas. Curiosamente, está repleto de carteles hechos por el artista Shepard Fairey y los primeros dos que encuentra uno a la entrada son los de la imagen de André el Gigante. Los más populares de OBEY.
Desde tempranito por la mañana, las super estrellas de la WWE están ya de perfecto humor para atender a la prensa internacional. Como una vez me dijeron los Babasónicos: “dispuestos a no llorar”. Reunidos estábamos medios de México, Japón y Alemania entre otros, dispuestos en distintos apartados para charlar durante algunos minutos con Eva Marie, Nikki y Brie Bella, Bo Dallas, Goldust y Stardust; Jimmy Hart, The Miz y Daniel Bryan.
El profesionalismo ante todo y el personaje por el frente. Todos llegan en el papel que les conocemos. Ya sea de arrogancia, incoherencia, novia abnegada o gritón irrefrenable pero hay mucho más detrás de ellos que lo que podemos ver en pantalla.
El trajín que estas personas es imposible de llevar si no tuvieran compromiso incondicional. Eva Marie es una de las locales. La función se llevará a cabo en la ciudad en la que nació, en la que se supone vive aunque visita poco: “Es el mejor de los sentimientos. Estar en casa. La energía de estar en California es increíble y poder finalmente dormir en mi propia cama.
¿Sabes? Con WWE estando de gira durante 290 días al año y además el show de Total Divas en el que participo creo que ésta es la segunda vez que vengo a California durante el año. Siempre estoy en un hotel.” ¿Para qué tanto sacrificio? Debe haber algo más allá del sueño primario de ser reconocido en las calles y pelear por un cinturón. “¡El título de Divas! Eso es lo que todas queremos pero trabajar para esta compañía es algo maravilloso porque nos da la oportunidad de colaborar con diversas comunidades.
Pude ir a Afganistán y actuar para las tropas norteamericanas que se encuentran allá y mi papá solía ser Marine así que todo lo que tiene que ver con el asunto militar es muy importante para mi. Claro, no solo se trata de ser la mejor Diva que pueda sino de involucrarme con tantos programas sociales como me sea posible”.
¿Cómo se inventa uno la idea de ser luchador profesional? Todos saben que requieren sacrificios que el gran porcentaje de las personas no estaríamos dispuestos a hacer. Para algunos ocurrió un día en que vieron una pelea súper importante. Para otros, nunca fue una opción sino el único camino que podrían estar interesados en recorrer.
Eva Marie, por ejemplo, creció casi como un niño entre tres hermanos quienes veían la entonces WWF mientras ella jugaba en un equipo de fútbol y tan pronto como se enteró que había una búsqueda de Divas entendió que solo a esto podría dedicarse. El balance perfecto entre atleticismo y entretenimiento. Justo lo que necesitaba hacer. Apenas obtuvo su título en negocios, fue en busca de la nueva dirección pero reconoce que el tener otro tipo de preparación es muy importante: “No podría estar más contenta de haber terminado la escuela antes de entrar a la WWE. Ayuda muchísimo.
Entiendo que yo soy mi propia marca y se cuál es la mejor ruta a través de la cuál me puedo conducir. Se que quiero ser un modelo a seguir para todas las niñas y mujeres que nos ven aunque no descarto tampoco a los hombres. Es extremadamente importante entender éstas avenidas que nos encontramos dentro y fuera de la WWE”.
Ver la imagen completa del negocio y lo que está pasando es algo muy importante para la carrera de éstas personas pero ¿cómo olvidarse de la víscera? ¿Cómo no pensar en aquello que cuando eran niños los emocionaba? ¿Qué piensan al salir del hotel e ir hacia la arena? Para Nicky Bella el entusiasmo es incontenible: “Yo pienso en los nervios. No solo pienso en que mi hermana estará en el ring peleando contra la jefa (Stephanie McMahon) sino en que mi novio estará enfrentando a uno de los hombres más peligrosos (Brock Lesnar) y no me quiero poner el traje de enfermera para atenderlos” y al mismo tiempo hay una contraparte a esas preocupaciones “Es increíble estar en tus veintes y poder darle la vuelta al mundo.
Acabamos de regresar de Australia. Nunca en mi vida habría podido ir a Australia si no fuera por este trabajo y lo mejor de todo es que puedo hacer esas cosas con mi hermana gemela. Siempre tengo a uno amigo al lado. Es impresionante. Especialmente cuando empiezas a una edad temprana. Crecí con esta compañía, cometí errores aquí pero ver el mundo con ella ha sido increíble. No puedo esperar a contarle a mis nietos todos los lugares que su abuela conoció y que además sepan que no solo visité sino que además luché ahí. Tuve fans en esos países. Ha sido fenomenal.”.
Algo en común entre esta nueva generación de talentos es la pasión por entretener. La misma Nicky recuerda que cuando era niña y tenía que hacer tareas, su personaje favorito acerca de quien escribir era Marilyn Monroe: “Me encantaba ver películas viejas. Me gusta toda la moda vieja. En mi casa no me dejaban ni ver las luchas porque era el apogeo de la Attitude Era.
Ni siquiera me dejaban ver Beverly Hills 90210 pero mientras The Rock y Stone Cold se volvían más famosos mi hermano, quien es dos años menor, se hacía más fan de ésto. Mi hermana Bella y yo trabajábamos en Hooter’s y veíamos ahí los PPV y todo empezó a tener sentido. Veíamos a Mickie James, Trish, Lita y Melina patear traseros y nos emocionamos tanto que entendimos que ese era nuestro llamado. Comenzó la búsqueda de Divas y fue como amor a primera vista.
La primera vez que subí al ring e hice mi primera caída fue fenomenal y sentí que era mi vocación. Me habría encantado que desde niña hubiera podido ir a un show de la WWE pero mi familia no sabía que esto existía y tuve que hacerlo ya de grande. Me gustaría poder decir que tengo una historia en la que a los cinco años encontré mi inspiración pero ni sabía. Eso sí, en el momento en el que llegó se convirtió en mi única aspiración. Ni te cuento del momento en que pude subir al cuadrilátero con Melina o Micky. Fue tan surreal. No podía ni creerlo. No paraba de pensar en los días en que las veía por televisión pero nací para esto”.
Aunque no sea algo que compartan mucho, la familia es muy importante para las Súper Estrellas de la WWE. El caso del muy joven Bo Dallas es interesante en ese aspecto. A sus 24 años está casado y con hijos. Comenzó a entrenar desde temprana edad y en realidad nunca fue a muchas fiestas.
Actualmente vive un momento inmejorable en su primer año en el elenco estelar y busca ser campeón de todo. Ir a WrestleMania y hablar en diez o quince años de un reinado con varios títulos. Ha compartido recorrido con su hermano quien es Bray Wyatt. No se habla mucho de su relación pero nos cuenta acerca del éxito de la familia: “Estoy muy feliz por él. Ambos llegamos a esta industria buscando hacernos de un nombre de manera individual.
Nunca nos ves y dices “oh, ambos son hijos de la misma familia”. Somos muy diferentes y es muy emocionante encontrar el éxito con nuestras respectivas personalidades. Nunca nos sentamos a decir que deberíamos ser diferentes, es algo natural y nos viene bien que seamos tan distintos y es bueno porque siempre supe que únicamente querría ser luchador. Aunque haya entrenado en equipos de fútbol americano, haber crecido con luchadores solo me podría traer aquí. Nunca me pregunté si quería ser algo más y no podría estar más contento de las decisiones que he tomado”.
Ojalá y todo fuera miel sobre hojuelas. Nadie ha tenido un año tan emocionante y desastroso a la vez como Daniel Bryan. Hace unos meses, en Wrestlemania, ganó el título absoluto luego de una muy, muy, muy larga racha perdedora. La afición comenzaba a creer que nunca ganaría nada importante y eso se volvió su principal arma. En el papel, se volvió uno de nosotros. De aquellos que están siendo dominados por los grandes corporativos.
Uno de del pueblo que no es capaz de quitarse el yugo de los pocos millonarios del mundo. A través de su personaje hizo una crítica a la ambición desmedida y creó un movimiento parecido al de la ocupación neoyorquina. Claro, todo con sentido de entretenimiento. Eso lo llevó a ser la futura promesa de WWE pero no todo salió como se lo imaginaba: “El viernes siguiente a WrestleMania me casé. Eso fue maravilloso. Luego el domingo mi esposa y yo fuimos a Hawai a donde nunca había ido y pasamos las mejores dos semanas de mi vida.
Regresamos un sábado y dos días después mi papá murió lo que es con toda seguridad el día más triste de mi vida y un mes después me enteré de que necesitaba cirugía. Ha habido altas y bajas pero así es la vida. Hoy no sé. Estoy esperando a que me digan lo que tengo que hacer con respecto a mi salud. Se suponía que me iban a operar de nuevo el jueves pero luego lo retrasaron para hacerme más pruebas. Yo no quiero que me operen. Nadie quiere.
Y si lo podemos evitar, bien, pero es frustrante estar a la deriva. Si la necesito me urge que lo hagan porque la recuperación va a tomar al menos tres meses y tiene que ser rápido o de otra forma no estaré listo para luchar este año”. Ni él ni nadie se imaginaban este escenario. Bryan comenzó a luchar desde los 18 años y en aquel entonces creía que se iba dedicar a la lucha únicamente hasta el día en que tuviera hijos. Hoy tiene treinta, está casado con su novia de varios años (Bree Bella) y en ese respecto el futuro es muy opaco: “No quiero estar de gira 200 días al año mientras mi esposa esté en casa con un bebé. Quiero estar en casa para mis hijos y hoy no se.
Tenemos que hablar de cuándo quisiéramos tener hijos y la verdad es que amo mi profesión y ella también. Si se embaraza no podría luchar y mentalmente ambos estamos listos pero profesionalmente no tiene sentido”.
¿Dónde se imaginan a Bryan si hubiera mantenido el título en su poder? Él lo tiene muy claro: “El domingo habría peleado contra Brock Lesnar. Es la pelea que he querido desde que llegué a WWE porque se que podemos hacer algo completamente distinto a lo que todo el mundo ha visto. Espero que eso pueda pasar cuando regrese. Es un monstruo y por mi entrenamiento en Kickboxing y otros estilos siento que podemos hacer algo que los fans de Estados Unidos y la mayoría de ustedes nunca han visto. Quizá en Japón se asemeje un poco más a lo que me imagino pero aquí no ocurre frecuentemente.
Podríamos cambiar el estilo. ¿Sabes? Siempre he querido hacer algo más apegado al MMA. He entrenado mucho en el gimnasio de Randy Couture en Las Vegas y se que ellos han dedicado toda su vida a eso de la misma forma en que yo me he dedicado a esto. No me malinterpreten, se que son dos cosas distintas pero me gusta ver un panorama amplio donde pueda combinar estilos”.
SummerSlam se lleva a cabo este domingo 17 de agosto en el Staples Center de la Ciudad de Los Angeles. El evento principal será la disputa por el campeonato de peso completo entre John Cena y Brock Lesnar. Daniel Bryan sabe que debería haber estado ahí. Por el momento, no le queda más que volver a su eterna e invaluable paciencia.
WWE visita México el 18 de octubre con la Familia Wyatt, John Cena, Seth Rollins, Sheamus y Cesaro como parte del elenco.