Existen ciertas limitantes que determinan el que podamos o no leer un libro, por ejemplo, que casi ya no haya ediciones de algún título, que no haya traducciones a los idiomas que hablamos, o bien, que serán publicados cuando ya estemos muertos…
Un momento… ¡¿cómo?! Intentaremos explicarnos.
La escritora canadiense Margaret Atwood, autora de Alias Grace, El asesino ciego y El cuento de la criada, actualmente trabaja en una novela de ficción que espera terminar el próximo año, pero la cual difícilmente podremos leer, pues tiene la peculiaridad de que será publicada hasta dentro de un siglo.
¿Por qué esta autora, ganadora del Premio Booker, uno de los reconocimientos literarios de mayor prestigio del habla inglesa, tuvo esta ocurrencia?
En realidad, este libro de Atwood forma parte del proyecto Biblioteca Futura, de la artista escocesa Katie Paterson, que busca conformar una biblioteca de 100 textos de filósofos, científicos y escritores tanto de la actual, como de futuras generaciones, que permanecerán guardados y saldrán a la luz hasta el año 2114.
¿Qué se siente escribir algo que no será leído hasta dentro de 100 años? Esto comenta Margaret Atwood al respecto:
“Creo que es algo que nos regresa a esa faceta de la infancia, cuando uno solía esconder pequeñas cosas en el jardín, con la esperanza de que alguien en el futuro las desenterrara y dijera: ‘¡Qué interesante este trozo de metal oxidado, esta bolsa de pelotitas! ¿Me pregunto quién las habrá dejado allí?'”
Para la autora, una de las ventajas de este experimento, es que podrá evitarse el momento de saber cómo trató la crítica a su libro.
“Si las críticas son buenas, el crédito se lo lleva el editor y si son malas, es todo culpa de uno”.
Así funcionará Biblioteca Futura
Cada año, una comisión de expertos literarios, entre los que se encontrará Katie Paterson mientras viva, nominará al encargado de escribir un texto que debe ser entregado un año después de la invitación. Ella misma comentó que el elegido tendrá la libertad de escribir sobre lo que quiera:
“El largo de la obra depende también de lo que decida el autor. Desde un cuento corto hasta una novela, en cualquier idioma y en cualquier contexto. Lo único que les pedimos es que tenga que ver con los temas del tiempo y la imaginación”.
El proyecto estará comisionado por la organización noruega Bjørvika Utvikling, cuya directora artística, Anne Beate Hovind, fue interrogada sobre la posibilidad de que entre los nominados haya algún escritor latinoamericano.
“Hay muchos grandes escritores de América Latina, pero si tenemos en mente a alguno o no, no podría decir, vamos paso a paso. Todavía ni siquiera empezamos a buscar al escritor para el año próximo”.
Otro dato interesante es que al mismo tiempo que vaya desarrollándose la Biblioteca Futura, mil árboles donde se imprimirán los textos también van creciendo poco a poco. Se encuentran en un bosque ubicado en las inmediaciones de Oslo. Acaban de ser plantados y esperarán durante 100 años para obtener el papel de estos libros.
En tanto, los manuscritos estarán guardados en la Biblioteca Pública Deichmanske, (que será inaugurada en el 2018) en una sala que será creada especialmente para este proyecto.
Beate Hovind no se siente frustrada por trabajar en algo cuyos frutos no podrá ver, al contrario:
“Sería genial leer los textos, pero al mismo tiempo es un honor pasarle un tesoro como éste a mis tataranietos. Les contaré la increíble historia de esta idea y me aseguraré de que la transmitan. Esto me parece tan bueno como poder leer los libros en cien años”.
Por su parte, Katie Paterson define mejor que nadie su idea:
“En esencia, ‘Biblioteca Futura’ es un proyecto esperanzador, confía en que habrá un bosque, un libro y un lector dentro de cien años”.
¿Qué les parece este proyecto? Nosotros no lo veremos finalizar, pero quizá nuestros hijos o nietos sí podrán leer esos textos que permanecerán guardados por un siglo.
Para más información de Biblioteca Futura, da clic aquí.