Quizá el romanticismo nos pudo hacer creer que los Royals de Kansas City serían aplastantes, pero la realidad es que los Gigantes de San Francisco, guste o no, son los monarcas de la Major League Baseball al salir campeones de la Serie Mundial 2014.
Los dirigidos por Bruce Bochy, el hombre que durante esta serie manejó sus piezas como un gran ajedrecistas, lograron obtener el décimo primer título en su historia, con el que solo son superados por los Cardenales y Yankees de Nueva York.
Madison Bumgarner salió del bullpen y lanzó cinco innings de un relevo casi perfecto, Pablo Sandoval anotó un par de carreras y los Gigantes doblegaron 3-2 a los de Kansas City en un vibrante séptimo juego que nos tuvo a todos al filo del asiento.
Los Reales se murieron en la orilla, jamás aflojaron el paso y a pesar de quedar como subcampeones, un lugar por pocos recordado, parece que esta será una excepción a la regla, estos hombres se brindaron y nos dieron mucho para recordar.
Quien se levantó el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial fue el pitcher de San Francisco, quien con una estrategia adecuada y un brazo lleno de magia, logró llevar a su equipo al tercer título en las últimas cuatro temporadas.