El Reloj del Juicio Final (Doomsday Clock) ahora está dos minutos más cerca de la media noche gracias al cambio climático y a la proliferación no vigilada de tecnología nuclear.
Las manecillas del simbólico reloj, manejado por la Junta de Ciencia y Seguridad del Bulletin of Atomic Scientists (publicación sobre riesgos tecnológicos para la humanidad), fueron movidas a las 11:57 esta semana, lo que implica que la Junta piensa que “la probabilidad de catástrofe global es muy alta”. Las 12:00 significan el Apocalipsis.
Construido originalmente en 1945 como un predictor de catástrofes nucleares, el reloj ahora considera más factores, tales como el cambio climático y otras clases de tecnología potencialmente peligrosa. En Bulletin of Atomic Scientists y la Junta de Ciencia y Seguridad son manejados por un conjunto de expertos, entre los que se encuentran nada menos que 17 ganadores del premio Nobel.
“Hoy en día, el cambio climático sin control y la carrera de armas nucleares, resultado de la modernización de enormes arsenales, plantean amenazas extraordinarias e innegables para la existencia de la humanidad”, asegura Kennette Benedict, director ejecutivo del Bulletin of the Atomic Scientists.
Fundado por científicos de la Universidad de Chicago que trabajaron en el Proyecto Manhattan (que consistía en el desarrollo de la bomba atómica), el Reloj del Juicio Final ha sido considerado por mucho tiempo como una buena metáfora sobre la vulnerabilidad de la raza humana
Pero las manecillas del reloj pueden moverse hacia delante y hacia atrás. En 1984 estuvo también a tres minutos de la medianoche, durante uno de los más oscuros momentos de la Guerra Fría. En el mismo punto se encontró cuando, en 1949, la Unión Soviética desarrolló su primer dispositivo nuclear.
El punto más seguro fue el de 1991, a 17 minutos de las 12:00, cuando los Estados Unidos y la Unión Soviética acordaron reducir su arsenal nuclear. Por otro lado, lo más cerca que ha estado del final ha sido en 1953, cuando Estados Unidos probó la bomba H por primera vez.
Para leer el artículo completo del Bulletin of the Atomic Scientists, sobre la nueva disposición del reloj, en donde se detallan todos los riesgos, da clic aquí.