Tiempos modernos: antes, las mujeres que abortaban (no importando haber sido violadas o que el embarazo representara un riesgo a su vida) para ser perdonadas por la iglesia, tenían que ir hasta el encuentro de un obispo o un confesor de cierto caché… ir con los meros, meros. Ahora, olvídense de eso. ¿Ya no pedir perdón? Bueno, no hay que ser tan radicales: ahora podrán pedir “perdón” con su curita de confianza.
Este lunes el Papa Francisco anunció que cualquier sacerdote católico tiene la facultad de otorgar el “perdón” al aborto, esto a través de un documento conocido como “carta apostólica”. Perfecto cierre para el Año Santo para aquellos que tienen fe católica.
¿Por qué se tiene que pedir perdón?
Bueno, las mujeres (y parejas) deben de tener en consideración que, para la iglesia, el aborto es “un pecado grave, ya que termina con una vida inocente”… pero bueno, como en la iglesia católica son bien buena onda, señalan que “no existe pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y limpiar cuando encuentra un corazón arrepentido que busca reconciliarse (con Dios)”.
Los conocedores de temas religiosos sabrán que el Papa Francisco dio temporalmente la facultad de hacer lo que se viene llamando como “absolución sacramental” para el aborto, el cual sería vigente en el conocido Año Sagrado (del 8 de diciembre de 2015 al 20 del mismo mes, pero de 2016), sin embargo, la nueva medida sugiere que la facultad se extenderá en lo que resta de su papado.
De no querer el perdón de la iglesia, ésta sugiere que, ya que el aborto es un pecado grave, pues aquellas que lo procuren o lo realicen son blanco de excomunión… hasta que la propia iglesia les perdone y las absuelva con la confesión.