Se cancela todo, el amor por siempre sí existe, repito, sí existe. Si pensaban que las promesas que uno hace cuando se casa se van desvaneciendo con el tiempo, este hombre de 71 años demuestra todo lo contrario.
Mario Núñez tiene 71 años, es chileno y se dedica a conducir un microbús en su país. Hace 25 años se casó con Fresia Farías, quien actualmente tiene 65 años y Alzheimer. Como desafortunadamente no tiene quien pueda cuidar a su esposa mientras trabaja, a diario la señora viaja en su camión con él hasta que cumple su jornada laboral de 10 horas.
Esfuerzo y amor infinito.
Un chofer lleva a su esposa con Alzheimer en el colectivo porque nadie puede cuidarla.
Mario Núñez, de 71 años, trabaja todos los días junto a su esposa, Fresia. Ella ocupa siempre un lugar junto a él. Ambos viven en una humilde casa de Coquimbo, Chile pic.twitter.com/108XpZVTMW
— Nexofin (@Nexofin) 7 de noviembre de 2018
La conmovedora pareja tiene cuatro años repitiendo esta rutina a diario, tras lo cual regresan a su hogar en Coquimbo, ciudad portuaria de Chile.
De acuerdo con medios locales chilenos, todos los días Mario baña a su esposa, la viste, desayunan, le lava los dientes y salen a trabajar en las localidades La Serena y Coquimbo.
Sin embargo las cosas no son nada sencillas. Hay épocas en las que Fresia no se encuentra muy estable o se encuentran con pasajeros que se burlan de ella.
Los usuarios en redes sociales se han mostrado impresionados y profundamente conmovidos por la situación de esta pareja. Mario no puede dejar de trabajar porque es el único sustento que tiene su casa.
Mario Núñez, 71 años. Maneja una micro por 10 horas diarias. No puede jubilar, porque es uno de los 9 de cada 10 chilenos que jubilan con menos de 150 mil pesos. Por obligación lleva a su mujer con él. Ella tiene Alzaimer. No puede contratar a alguien que la cuide. Este es Chile
— Viajando con mi opi (@viajeoconmiopi) 6 de noviembre de 2018
La historia se volvió viral rápidamente en redes sociales, y gracias a esto la Fundación católica Las Rosas ofreció acoger a la señora en un hogar para darle la atención que necesita.