“La segunda estrella a la derecha y recto hasta el amanecer”, esas son las simples instrucciones para llegar al País de Nunca Jamás, una isla rodeada de un mar lleno de sirenas, donde piratas, tribus indias, hadas y niños perdidos conviven en un mundo lleno de magia, que no sólo refleja el miedo a crecer, las rivalidades, sino que es una lección de porqué nunca debemos dejar de creer en lo fantástico, en nunca dejar de alimentar nuestra imaginación y sobre todo, a siempre creer en uno mismo.

James Matthew Barrie creó uno de los cuentos infantiles más conocidos alrededor del mundo en 1904, comenzó como una obra de teatro, que traspasó el universo del escenario, para terminar en las páginas de un libro y después en la representación cinematográfica. La historia es ampliamente conocida: Peter, al escuchar a sus padres hablar de su futuro, vuela a unos jardines donde conoce a Campanita y viajan a Nunca Jamás, donde conocerá a Garfio -su archienemigo-, será el líder de los niños perdidos y buscará a Wendy para que remplace a la figura materna de estos últimos y les cuente historias.

PAN

Esta historia la hemos visto adaptada al cine una y otra vez, pero este fin de semana se estrena Pan, que nos da un panorama totalmente diferente, introduciéndonos en este mundo a manera de precuela y planteando otros temas que no sólo conciernen a los niños.

Peter (Levi Miller) es raptado de un orfanato de Londres y llevado a Nunca Jamás para trabajar en las minas de polvo de hada de Blackbeard (Hugh Jackman), quien ha aterrorizado a la isla en la búsqueda de este tesoro con tal de mantener su juventud. Es así como Peter descubrirá que su destino siempre estuvo en esta tierra mágica, a la que pertenece por el origen de sus padres, y personajes conocidos del cuento comenzarán a hacer sus primeras apariciones, como Tigrilla (Rooney Mara), las sirenas (Cara Delevigne), el cocodrilo, Hook (Garrett Hedlund) y Campanita, esto permite que quien conozca la historia desde antes perciba cierta familiaridad, y los niños se asombren con este mundo mágico.

PAN

Pan no sólo tiene el fin de plantearse como una precuela, es redefinir por completo al personaje de Peter. En un principio lo vemos como un niño asustado (como todos lo hemos sido alguna vez), dudoso de sus habilidades y  su potencial, pero, sobretodo, es ese niño en la búsqueda de su identidad por si mismo y no por los señalamientos de otras personas, es aquí donde la frase ” sí creo” (famosa en el cuento), no sólo se refiere a la creencia en las hadas, si no a creer en nosotros mismos.

Por otro lado, Blackbeard es el reflejo de los miedos que tienen los adultos de sí mismos y lo que atemoriza a los niños de las personas mayores. El pirata tiene miedo a envejecer y todo se ve amenazado con la llegada de Peter, no sólo porque es una amenaza directa al ser el “salvador”, sino porque es un recuerdo de que su juventud se está perdiendo.

pan 2015

Tuvimos la oportunidad de platicar con Hugh Jackman y Levi Miller acerca de sus personajes, el cuento y la oportunidad de trabajar en un proyecto tan ambicioso de la mano de un gran director como Joe Wright.

https://youtu.be/NmXLGnbLqOo

 

Quienes estén familiarizados con el trabajo de Wright (Ana Karenina, Orgullo y Prejuicio), sabrán que sus películas, estéticamente,  son un deleite y Pan no es la excepción. El ambiente que se percibe en la cinta es totalmente teatral, desde la actuación de Jackman hasta los escenarios, los colores y la increíble fotografía lograda por Seamus McGarvey y John Mathieson, dejan a cualquiera con la boca abierta, deseando que ese mundo existiera no sólo en la pantalla grande.

PAN

Tal vez la historia pueda no ser del agrado de todos, pero lo que sí podemos recalcar es que es una cinta tanto para niños como para adultos, en algunas ocasiones el guión toma un tono más serio y reflexivo, que se compensa con toda la parte fantástica que se proyecta .

 

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