Superman lleva entre nosotros más ocho décadas. No fue el primer superhéroe en la historia pero sí es el que más ha trascendido, sobre todo por ser un símbolo de bondad y justicia. Y entre las decenas de historias que ha protagonizado, jamás se nos ocurriría pensar en él como una estrella porno… ¿o sí?
Y ojo. Que no hablamos de las parodias porno que de repente salen por ahí y de las que un sinfín de personajes dentro de la cultura pop han sido víctimas (ish). Sino de que Superman, el héroe de Metrópolis, estuvo a punto de protagonizar una cinta cachonda.

La buena noticia es que este “sucio” capítulo del héroe no forma parte de la nueva película de Superman, escrita y dirigida por James Gunn y protagonizada por David Corenswet. No, no. La cinta de Gunn explora la búsqueda de Superman de su propia humanidad sin estar atado a alguna ideología, religión o incluso nacionalidad.
Esto quiere decir que la nueva película de Superman es apta para todo tipo de audiencias… a diferencia de aquella cinta que el Hombre de Acero (jejeje) estuvo a punto de hacer.
Superman y una película nopor
Para sorpresa de nadie, eran los años 80. En ese entonces, Superman ya había vivido muchas aventuras, pero parece que le faltaba una. Fue así como a los escritores John Byrne y Keith Williams se les ocurrió ponerlo en una situación no sólo incómoda, sino que ponía en jaque su impenetrable virtud.
Para entender esta historia, debemos conocer a los personajes de Big Barda, quien tiene una relación romántica con Scott Free, mejor conocido como Mister Miracle. También aparece Oberon, el malvado Sleez, un productor de películas para adultos llamado Grossman, Darkseid y, desde luego, Superman.

De hacer el bien a romper su virtud
Todo empieza cuando Big Barda pierde su arma llamada Mega-Rod. Lo terrible del asunto es que esta cae en manos de un pillo llamado Sleez, quien odia todo lo que tiene relación con Apokolips y con Darkseid, y de ahí que logre controlar la mente de Big Barda para obligarla a hacer cosas terribles, entre ellas algunos videos de contenido XXX.
Superman entra en escena (no en la que todos estamos pensando, no aún) cuando ataca a Sleez para liberar a Big Barda. Pero ella cree que aún se encuentra controlada, por lo que comienza una pelea con Superman que le otorga de nueva cuenta a Sleez el poder… pero ahora no sólo de ella, sino también del Hombre de Acero.

Superman no está hecho para la pasión
Sleez idea un plan macabro en el que contacta a Grossman y le sugiere filmar una película nopor con Big Barda y Superman. ¿La razón? Más allá de la villanía evidente, lo que Sleez quiere es conseguir dinero para armarse de un ejército y atacar a Darkseid.
Grossman, relamiéndose los bigotes, acepta producir la cinta. Lleva a Superman y Big Barda a un cuarto con una cama… pero Superman es poderoso y pone resistencia al control mental de Sleez. Además, digamos que Superman no es tan pasional como uno imaginaría… creemos.
El chiste es que para cuando se dan un beso tremendamente apasionado, Mister Miracle llega y detiene la fechoría. Superman rompe el control mental, persigue a Sleez y este prefiere quitarse la vida antes de caer en manos de Darkseid. En cuanto a Mister Miracle y Big Barda, deciden olvidar todo el asunto incómodo. Lo mismo con Superman.

La nueva película de Superman
Como les contamos, Superman está de regreso a la pantalla grande con una nueva película que se basa en el cómic de All-Star Superman de Grant Morrison. Una de las cualidades de esta historieta, y por la cual hace interesante a la cinta de Gunn, es que se centra en la forma en la que Superman, desde siempre, ha representado la esperanza.
Lo que hizo Gunn con Superman es convertirlo no en un símbolo de esperanza, bondad y justicia, sino en un individuo (sin importar su condición de alien), que explora su humanidad a través del amor, la empatía y la separación de su imagen de cualquier ideología o narrativa política/religiosa.

Lo que hace este Superman es hacer el bien. Punto. Quiere evitar cualquier forma de violencia y que las comunidades se separen. Y cree que lo logrará en la medida en la que se reconozca su poder como un medio para la paz, no como una posibilidad de guerra. Algo que, a sus ojos, lo hace muy humano (incluso más humano que muchos otros).
Ahora bien. Para que Superman refleje todo eso, necesita una contraparte, y en esta cinta tiene nombre y apellido: Lex Luthor. Este es uno de los personajes más interesantes de la cinta a partir de que es un genio que se siente amenazado con la presencia de Superman y las cualidades que él cree lo convierten en algo ajeno a los humanos: un ente, una cosa que no merece un lugar en la Tierra.
Sin embargo, las mismas cualidades de Superman, reducidas por Lex a la idea de “poder”, son aquellas que él busca de manera desesperada y a través de métodos poco ortodoxos. Ese es el conflicto que se genera en la cinta y que construye este primer capítulo del nuevo universo de DC bajo el mando de James Gunn.