La llegada del futbolista brasileño Neymar al Barcelona dio mucho de qué hablar. Además de la gran calidad de futbol que ha otorgado el delantero carioca, los problemas con la Fiscalía y la Abogacía del Estado también. El club catalán y las entidades antes mencionadas llegaron a un acuerdo para que los blaugranas paguen una multa de 5,5 millones de euros al reconocer haber cometido dos delitos fiscales durante el traspaso.
El conjunto de Cataluña busca que se exonere de cualquier delito a Josep Maria Bartomeu, actual presidente del Barcelona, y a Sandro Rosell, su antecesor. El juez encargado del caso aceptó ratificar el acuerdo para mandarlo a juicio.
El caso a juicio se celebrará en la Audiencia de Barcelona y, aunque es un trámite sólo para validar el acuerdo suscrito entre las partes involucradas, la fecha aún está por definirse.
Lo que el Barcelona quería era que se erradicaran las acusaciones al club por el ejercicio fiscal del 2014. Además, al aceptar los delitos cometidos en 2011 y 2013, pudieron acordar una fianza para poder quitarse de encima a la Fiscalía y la Abogacía del Estado.