Por Daniel Montes de Oca | @montesdeoca11
Iñaki Domínguez es un futbolista de 23 años que se formó en las fuerzas básicas de Cruz Azul desde los 13.
Tiene nacionalidad mexicana y española, cumplió con todos los procesos en La Máquina: Sub 15, Sub 17, Sub 20 y Segunda División… Incluso llegó a debutar con Enrique Meza en Copa MX y Copa Libertadores, en 2012; sin embargo, por falta de oportunidades en Primera División salió del equipo.
En aquel tiempo (2015) se acercó a Grupo Pachuca para pedir una oportunidad en uno de los clubes propiedad de la institución, y cuando estaba a nada de ir a jugar a Tlaxcala de la Segunda División, recibió una llamada del Oviedo de España, que buscaba a futbolistas mexicanos con nacionalidad española, y de un momento a otro le dio un giro a su vida.
Acababa de terminar la carrera de Administración de Negocios en la Universidad Anáhuac y empezó a aplicar a becas en Estados Unidos para hacer la maestría en Gestión Deportiva, pues si su carrera como futbolista no fructificaba, se prepararía para ser director deportivo.
Llegó a Oviedo, propiedad de Grupo Carso que encabeza Carlos Slim y de inicio lo mandaron a probarse durante tres meses en la Tercera División, pero poco a poco fue ganándose la confianza de los entrenadores y demostró calidad para llegar al primer equipo.
En Oviedo fue dirigido por Sergio Egea, hoy directivo de los Pumas, y tuvo altibajos hasta que hace seis meses abandonó al equipo y decidió parar su carrera como jugador profesional para terminar su maestría, aunque no dejó del todo el balompié, pues entrenaba de forma amateur en el equipo Nova Southestern University.
Hace unos días, Iñaki recibió una llamada de Eduardo de la Torre, director deportivo de Cruz Azul, para invitarlo a participar en la pretemporada del club y éste no lo pensó dos veces, dejó Miami a tres semanas de concluir la maestría y está a prueba a la espera de conocer a Paco Jémez y que el técnico lo valore para saber si es contratado o no.
Domínguez solicitó apoyo a sus maestros para que le permitan terminar sus clase ‘en línea’ y así hacer un nuevo intento por retomar su carrera como futbolista.
Se desempeña como medio de contención, donde tendría que competir con Rafael Baca y el argentino Gabriel Peñalba, pero al parecer a este canterano celeste nacido en el Distrito Federal, el reto no le asusta.
El presente es que está a prueba con el club en donde se forjó y en unas semanas sabrá si vuelve a casa de forma permanente o todo quedó en una invitación.
