Las declaraciones de Luca Toni han hecho eco. Después de que el delantero italiano dijera que el actual entrenador del Manchester United, Louis van Gaal, odia a los futbolistas latinos se analizaron sus palabras.
Puede parecer racismo, pero desde sus épocas con el Barcelona el técnico holandés ha tenido sus “diferencias” con cierto tipo de jugador.
Con el club culé tuvo grandes diferencias con Rivaldo, que en ese entonces era el ícono del equipo. El brasileño quería un nuevo contrato y van Gaal prácticamente se lo negó.
También fue el verdugo de Juan Román Riquelme. El talentoso mediocampista llegó al Barca el entrenador lo quiso utilizar en una posición que no era la suya. Tuvieron una confrontación y el argentino terminó en la banca.
Las cosas en el Bayern Múnich también fueron para algunos jugadores desagradables. El caso más sonado fue con Frank Ribéry, quien declaró que “van Gaal lo hizo perder la confianza”.
Por supuesto, Toni también está incluido en esta lista de víctimas. El rompe redes llegó al club bávaro pero no fue considerado y prácticamente vivía en la banca.
En el Manchester United parece que las cosas se pusieron más complicadas: El préstamo de Chicharito Hernández y después su venta definitiva. Ángel Di María llegando de Real Madrid como el fichaje estrella, pero comiendo banca. Radamel Falcao y Víctor Valdés han sido otros que en los Red Devils no lograron minutos y sobre todo, el agrado de van Gaal.
Parece que las declaraciones de Toni después de todo no fueron tan descabelladas.
