¿Algún día volveremos todos a esto? Mientras el continente americano reabre estadios e incrementan los casos de COVID-19, el futbol en Australia se disfruta se disfruta como si la pandemia nunca hubiera pasado por el país.
Con pocos cubrebocas y sin distanciamiento social, miles de personas acuden a los inmuebles a ver a los equipos femeniles y varoniles. Sin embargo, esto no hubiera sido posible sin las medidas sanitarias que se fijaron hace varios meses.
El gobierno australiano no escatimó en esfuerzos para cuidar a su población. Por ello, desde finales de enero se pudieron organizar torneos como el Abierto de Australia; eso sí, cuidando el acceso se extranjeros.
La nueva normalidad en aspectos como el futbol, es sólo una prueba de lo que se ha hecho bien en Australia. La vida nocturna regresó, así como las reuniones y los eventos con grandes multitudes.
Así se viven los partidos de futbol en Australia
Este domingo fue histórico para el futbol femenil de Australia: Adelaide United y WS Wanderers se enfrentaron en el Coopers Stadium; se trató de un juego independiente a la temporada regular W-League.
La parte más importante del duelo fue la presencia de miles de aficionados. La cifra total quedó en 5 mil 159 asistentes, misma que significó un récord en partidos de este tipo.
La escuadra de Adelaida se llevó la victoria con marcador de 3-1. Isabel Hodgson, Maruschka Waldus y Fiona Worts anotaron; por parte del Wanderers, descontó Olivia Price.
Independientemente del resultado, el récord de asistencia hizo más especial el partido. El ambiente en las tribunas se sintió como antes de la pandemia de COVID-19, hubo niños, adolescentes, adultos y hasta adultos mayores que disfrutaron del juego.
Además, estos eventos son una importante práctica para lo que vendrá en los próximos años: en 2023, Australia y Nueva Zelanda serán sedes de la novena edición de la Copa del Mundo Femenil.
Los números en estos países son impresionantes si los comparamos con los que vemos a diario en otros lugares como México. Australia promedia sólo 11 casos por día en la última semana; por su parte, los neozelandeses mantienen un promedio de 4 contagios en el mismo lapso de tiempo.
