A los partidos como el que se dio entre México e Islandia se les conoce como “moleros“. Una palabra que tomó mucha fuerza cuando Ricardo Ferretti habló sobre este tipo de encuentros amistosos que lleva a cabo la Selección Mexicana de Futbol en Estados Unidos.
Estos juegos se caracterizan por la falta de nivel tanto del rival como del mismo Tri. Siempre son 90 minutos llenos de aburrimientos, promesas no cumplidas y cambios de futbolistas al por mayor.
Sin embargo, tienen a su favor un punto que hará que estos partidos siempre se repitan y jamás desaparezcan. Su fuerte no es el futbol, los estadios de primer mundo ni el espectáculo, su mayor fortaleza son el sentimiento que generan en los mexicanos que viven en el país del norte.
La nostalgia se define como ese sentir de pena por lejanía o privación de algo o alguien. En este caso, es para todos los mexicanos que en su momento emigraron a Estados Unidos en búsqueda de mejores oportunidades, las encontraron, pero no pueden volver.
Estos compatriotas extrañan a los familiares que dejaron en México, la comida y hasta el idioma. Por lo tanto, cuando llega a la ciudad donde viven algo representativo de su país, como lo es la Selección, hacen todo para verla, para sentir esa cercanía con su país.
La muestra está en el partido ante los islandeses. Jamás se había jugado un partido en Las Vegas, Nevada y el lleno fue prácticamente total.Un total de 30 mil 617 personas se presentaron para ver ese encuentro que terminaría con un solo gol y pocas emociones. Esa cantidad de aficionados es un récord para un juego de futbol en la Ciudad del Pecado.
Sin exagerar, el 98% de los presentes en el Sam Boyd Stadium eran mexicanos o de origen mexicano. Todos orgullosos de sus raíces y cantando el himno nacional como si fueran a la guerra. Claro, la situación política actual con Donald Trump al mando y sus constantes mensajes contra los aztecas que viven allá los tienen aún más preocupados y ver a su equipo en suelo estadounidense les trae un mensaje esperanzador.
¿Es triste? Sí ¿Es un gran negocio para los organizadores? También. La nostalgia es el mayor aliado de estos juegos moleros, que podrán ser de lo peor en cuanto a nivel futbolístico, pero siempre estarán llenos de es esos mexicanos que buscan cercanía con su país y su gente.
***Fotos Mexsport
