Zlatan Ibrahimovic es uno de los mejores futbolistas de la actualidad. Parece que el delantero sueco, vaya a donde vaya, llega a hacer goles. Su paso por el Manchester United no ha sido la excepción.
Su buen momento queda retratado con sus 13 goles en los últimos 13 partidos, convirtiéndose en una pieza clave para la racha invicta de los Red Devils. Y claro, con este rendimiento, ya se habla de que su estancia en la Premier League se puede hacer más larga.
Medios ingleses como The Sun hablan de una renovación de contrato por dos años más y así, Zlatan se quedaría hasta los 37 años de edad. Estas son grandes noticias para los aficionados en el futuro inmediato, pero pensando a largo plazo, no tanto.
No cabe duda de la efectividad de Ibrahimovic está comprobada. En cada club por el que ha pasado, su instinto goleador ha triunfado. Sin embargo, el problema se presenta cuando se va de los equipos.
Con el sueco la construcción de un equipo es diferente, pues se hace a su alrededor. Si han visto su documental Becoming Zlatan sabrán que desde sus inicios ha sido un futbolista que tiene la necesidad de que los demás jueguen para él.
De nuevo, esto no tiene nada de malo si al final los resultados se dan. Eso es una inversión en corto y así se deja el futuro para después. De ahí, vienen las consecuencias y un claro ejemplo es lo que está pasando en el París Saint-Germain.
Durante su estancia en la capital de Francia dominó a placer la Ligue 1. Ganó 12 títulos en total y anotó la espectacular cantidad de 156 goles en 180 partidos. Eso sí, jamás lograron algo importante a nivel de competiciones europeas.
Pero bueno, su palmarés se llenó y los parisinos estaban muy contentos. Formaron un equipo que se dedicaba a surtirle de balones para que él los anotara. La muestra está en que teniendo a Edinson Cavani, un delantero de élite, lo movían a jugar de extremo, posición que no desconoce pero tampoco es donde explota al máximo sus capacidades.
Además del uruguayo, prácticamente no tenían delanteros. En su último año con el PSG solo estaban Jean-Christophe Bahebeck, Odsonne Edouard y Jean-Kévin Augustin, chicos que jamás podrían hacerle competencia.
Ahora, el club dirigido por Unai Emery está en un proceso de transición, donde se están acostumbrando a la vida sin Zlatan. Parecía que sería fácil pero no ha sido así, todo contrario. Equipos como el OGC Nice y Mónaco han salido a hacerles competencia en la liga francesa y los resultados podrían dejarlos sin el campeonato.
También están batallando para meter goles, pues solo Cavani es el que está contribuyendo con su cuota. La situación se les está poniendo tan dura que en este momento van en tercer lugar de la tabla, un escenario al que no estaban acostumbrados.
Y es aquí donde entra el efecto de Ibrahimovic. En su estancia te da muchos goles y títulos, pero arriesgas el futuro construyendo a su alrededor. Aquí la cuestión es si el Manchester United está dispuesto a armar un 11 que juegue para Zlatan o que sea sólo una solución de un año y después dejarlo ir.
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