El reino animal guarda un enorme número de maravillas en su haber, aunque algunas sin duda son más curiosas que otras. Existen algunas criaturas cuyas capacidades físicas superan enormemente a los seres humanos, otras que tienen cualidades únicas y luego están aquellas que poseen maneras de reproducirse muy, pero muy raras.

Como es un día muy random, pensamos que sería interesante aprender una o dos cosas acerca de lo extraño que puede llegar a ser el sexo algunos seres vivos, así que vamos a dejarles ocho datos bastante inquietantes acerca de ciertas especies.

La babosa banana se aparea con un pene en su cabeza

Adelante, lancen todos los albures y frases de doble sentido que quieran, pero ni siquiera así podrán eliminar el hecho de que estas babosas tienen un método inusual para reproducirse.

También conocidas como Ariolimax dolichophallus, las babosas banana poseen un pene que es casi tan largo como sus cuerpos (entre 15 y 20 centímetros), y cuando es hora de encender motores, el órgano reproductor surge de los poros en su cabeza.

Algo que ocurre muy a menudo durante el apareamiento de esta especie, es que el pene del macho queda atorado dentro de su compañera. Si una situación así se presenta, la hembra soluciona el problema devorándolo.

El esperma de un raton es más grande que el del elefante

Puede sonar como algo absurdo, pero así es. El tamaño y forma de los espermatozoides en los animales está directamente relacionado con la biología y la forma en que estos se reproducen, por eso es que los nadadores de un pequeño ratoncito superan en tamaño a los de los elefantes.

Existen dos factores que determinan esto: uno es la altura y grosor del tracto reproductivo en las hembras; otro es el número de parejas sexuales que estas tienen. Los ratones producen esperma grande, debido a que son una especie que se aparea constantemente y con más de un compañero.

Por el lado de los elefantes, las hembras poseen tractos reproductivos muy largos, pero gracias a que se aparean con un sólo macho, la evolución ha hecho que estos produzcan espermatozoides más pequeños y en cantidades mayores.

El pene de un elefante es prensil

Ya que nos pusimos a hablar de los elefantes, deben saber que su pene es capaz de moverse como si fuera una extremidad más en su cuerpo. Eso significa que, mientras se aparean, los elefantes pueden poner su atención en otras cosas sin tener que preocuparse por hacer las cosas de la manera correcta.

Hay una guerra entre los espermas de las abejas

En el curioso y mágico mundo de las abejas, el amor y la guerra son actividades muy similares. Cuando un zángano copula con la reina, este tiene que arrancar su pene y morir al terminar.

Cierta teoría decía que esto se realizaba con el propósito de que otros competidores no fueran capaces de aparearse, pero se ha demostrado que no es así. De acuerdo con lo que dice un estudio, los zánganos usan pequeños vellos ubicados en sus penes para remover los órganos de otros, para así poder insertar el suyo.

La cosa no termina ahí, porque la reina, después de haberse apareado con varios ejemplares y recolectado hasta 90 millones de espermatozoides o más, deja que estos viajen por un conducto que los lleva a una especie de bolsa llamada espermateca. Esta sólo puede guardar 7 millones de espermas, así que al llenarse, estos son usados para fertilizar huevos.

Se sabe que dentro de la espermateca se libran guerras de espermatozoides. Cuando esto ocurre, la abeja reina libera un químico que ayuda a calmar la sed de sangre de los microscópicos guerreros.

Un marsupial australiano tiene sexo hasta que se muere

El Antechinus es un género de marsupiales que comen insectos, construyen nidos en árboles y tienen tanto sexo, que terminan muriendo en batalla. Cuando los machos cumplen 11 meses de edad, ya han producido todo el esperma que usarán en su vida, así que pasan las siguientes dos semanas repartiendo amor 14 horas al día hasta que su cuerpo se da por vencido.

La vida de estos animalitos es muy corta, y antes de cumplir un año, se aparearon tanto que su pelo se cae, sangran internamente, les da gangrena y sufren muchas infecciones en su cuerpecito. Para agregar la cereza al pastel, las hembras se la pasan huyendo de ellos, así que, prácticamente pasan echándole ganas para después morirse.

La rata topo lampiña tiene esperma deforme

¿Alguna vez han visto un animal más bello que una rata topo lampiña? Seguramente sí y casi todo el tiempo. Pero no estamos aquí para fijarnos en su peculiar apariencia, sino en su esperma. Este tiene varias cabezas, deficiencias en su mitocondria y deformidades que sólo permiten que el 15 por ciento de estos puedan nadar.

Para empeorar las cosas, estas ratitas no son buenas productoras de esperma, y además, la hembra de su especie es muy selectiva a la hora de aparearse. Se dice que la preservación de la especie es un elemento importante en el instinto de un animal, pero al parecer, nadie le pasó el memo a estos amiguitos.

Un insecto cuya hembra penetra al macho

No, no es broma. La neotrogla, un insecto parecido a la mosca que habita en Brasil, es la primera especie animal que posee “genitales opuestos”. Las hembras están equipadas con un órgano parecido a un pene, llamado ginosoma, que es usado para penetrar al macho durante unas 70 horas para así poder absorber el esperma.

Cabe agregar que, si se intenta separar a dos neotroglas apareándose, los órganos internos del macho serían arrancados. Por su parte, la hembra quedaría intacta.

La monogamia causa que el pene de un gorila sea pequeño

Al ver a un gorila, uno piensa que todo en su físico es acorde a su tamaño, ¿no? Lamentablemente, eso no es verdad, ya que estos poseen penes súper pequeños.

Es increíble pensar que un animal que puede llegar a pesar 220 kilos, posea un pene de menos de 4 centímetros, pero hay un argumento lógico que lo explica. Todo se debe a que la evolución del tamaño de los genitales en primates, está directamente ligado al estilo en que estos se aparean.

Cuando los machos tienen que competir con otros -como los bonobos-, el pene de la especie es más grande, pero eso no sucede entre gorilas, porque las hembras son fieles sólo a un compañero. Así es como se llega a una conclusión sencilla: si no hay competencia reproductiva, esto equivale a que el pene es pequeño.

No cabe duda de que los animales guardan secretos asombrosos. Si conocen alguno que no hayamos mencionado, no se olviden de compartirlo.

Fotos vía Getty Images

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