Hoy en día vivimos en una era tecnológica donde pareciera que cada vez es más difícil optar por dejar a un lado los celulares, ipads y laptops en nuestra vida diaria. El hombre ha comenzado a ser un tanto dependiente de estas herramientas, y no es que estemos en contra de ellas -nosotros también dependemos mucho de estos dispositivos-; sin embargo, un estudio ha revelado cómo su uso frecuente afecta tanto físicamente como psicológicamente a los usuarios, algo que indudablemente no podemos pasar por desapercibido.
Steve August, fisioterapeuta neozelandés, ha remarcado cómo el cuerpo humano presenta una rigidez severa en el cuello cuando volteamos a ver nuestro celular, mismo movimiento que más allá de “retorcernos” también influye en nuestro estado de ánimo psicológicamente. Él ha denominado este fenómeno como “iHunch”, “Tex neck” (cuello de texto) e “iPosture”.
Para que te des una idea, nuestras cabezas tienen un peso estimado de casi cinco kilos y medio, pero cuando se dobla el cuello hacia delante unos 60 grados (el clásico movimiento de ver tu celular), tu cuello recibe una tensión poco más de 27 kilogramos. Esto ha generado que jorobas y malformaciones en las espaldas -que hace 30 años era (casi) exclusivo en los ancianos-, comiencen a aumentar entre los adolescentes de una forma un tanto perturbante.
En el 2010 se publicó una revista por la Asociación Psiquiátrica de Brasil, en donde se señaló que las personas con depresión clínica en su mayoría presentan cuellos doblados hacia adelante, los hombros ‘derrumbados’ y los brazos atraídos hacia el cuerpo.
Por otro lado la psicóloga social estadounidense Amy Cuddy y su colega Maarten W. Bos han estudiado la influencia del iHunching en los sentimientos y comportamientos humanos. Su experimentó trató en pedirle a los participantes que usaran diversos aparatos de diversos tamaños, desde un smartphone hasta una laptop grande. El estudio arrojó que el tamaño del dispositivo influye totalmente el grado que afecta físicamente a los usuarios, entre más pequeño sea (como un celular) es mayor la tensión que se ejerce a nuestro cuerpo; por lo tanto, entre más se usen los dispositivos móviles más afectamos nuestra postura que con cierta frecuencia nos transforma, psicológicamente, más sumisos.
Por otro lado, los estudios también resaltaron que a pesar de que mucha gente utiliza estos dispositivos para aumentar la capacidad de reteneción de información y productividad su uso hace irónicamente lo contrario ya que reduce la asertividad y productividad del usuario.
Sabemos a ciencia cierta que a pesar de todo el humano no se alejará de forma abrupta a estos dispositivos, como ya hemos mencionado para muchos son parte esencial en sus trabajos cotidianos. Los científicos recomiendan poner atención a la postura que ponemos al usar los dispositivos, mantener la espalda recta y los hombros hacia atrás cuando uses tu celular, inclusive si esto significa poner el aparato a la altura de tus ojos. Hacer ejercicios de relajamiento y masajes también son una excelente recomendación.
Y por último -pero menos importante- es prestar atención en cuántas veces al día dedicamos a revisar el celular por el simple hecho de ‘morbo’, en innumerables ocasiones volteamos a ver el celular sin retener información importante o vital para nuestra vida diaria. Desconectémonos un poco y tratemos de dejar el mal hábito de estar viendo todo el tiempo tras una pantalla.