Lo que necesitas saber:
Los colibríes son las aves más pequeñas de la naturaleza. Gracias a ciertas iniciativas puedes proporcionarles todo lo que necesitan para que su especie no desaparezca.
Los colibríes son las aves más delicadas de la naturaleza. Se caracterizan por sus colores brillantes, sus picos largos y por quedar estáticos en su vuelo o por hacerlo hacia adelante o hacia atrás. Hoy estas aves requieren de nuestra ayuda como muchas otras especies del reino animal. El Parque Naucalli promueve un programa para adoptar un colibrí y así ayudar a la supervivencia de esta hermosa especie.

Estas aves elegantes y coloridas son endémicas del continente americano, donde habitan en bosques y selvas o hasta en montañas y desiertos. Incluso es común poderlos ver en las grandes ciudades como la capital mexicana, aunque tristemente cada vez tenemos menos por los problemas ambientales y por la contaminación, así que este ingenioso programa es una excelente manera de ayudar a su conservación.

Existen alrededor de 350 especies diferentes de colibríes y de ellas, 59 habitan en México. Aunque no son exactamente mascotas como otras aves, con esta iniciativa que se lleva a cabo en el Santuario de Colibríes del Parque Naucalli podemos cooperar para darle sustento a estos pequeños seres emplumados y así darles una vida mejor. Aquí te contamos los detalles.
El programa Adopta un Colibrí
Esta interesante iniciativa fue fundada por Diana Bellini, que además de ser protectora de colibríes, es una cantante mezzosoprano mexicana con varias producciones discográficas en diferentes idiomas. La cantante se inspiró en la fragilidad y la belleza de estas tiernas aves para difundir entre la gente el conocimiento necesario para protegerlas.

Así es cómo el programa Adopta un Colibrí nos ayuda a crear un espacio en nuestra casa para que estos veloces amiguitos tengan todo lo que requieren. Y no se trata de tenerlos en cautiverio, estas aves adoptadas tendrán su libertad acostumbrada y nosotros les proporcionaremos los recursos para que no les falte agua o alimento, gracias a los consejos de la iniciativa.

Además, el santuario del Parque Naucalli es un espacio para cuidar, concientizar y ayudar a la reproducción de la especie. Ahí se difunde la información correcta para la conservación de la especie, se colabora con espacios para la rehabilitación y reintegración de estas aves en la naturaleza, recibe donaciones de plantas y da opciones y consejos de alimentos y la creación de bebederos responsables para estos pequeños amigos.

El programa también ofrece un Kit Colibrí con un certificado de adopción, una guía digital para aprender a cuidar a los colibríes, un calendario ilustrado, un dije de colibrí, un reconocimiento en las redes de Adopta un Colibrí y un álbum de mp3 con música de Diana Bellini. Este kit tiene un costo de 500 pesos y lo puedes pedir directamente en el perfil de Instagram de la iniciativa.
Características de la especie y los colibríes de la CDMX
Estas aves pueden aletear hasta 80 veces por segundo, tienen una capacidad de vuelo única que les permite desplazarse en todas direcciones y son las únicas que pueden quedarse estáticas en su vuelo. Se caracterizan por su velocidad y por su plumaje brillante, así como por sus picos y lenguas largas y delgadas.

Son polinizadores importantes, ya que, al alimentarse del néctar de las flores, transportan el polen de unas plantas a otras para facilitar su reproducción. También pueden alimentarse de pequeños insectos. Son las aves más pequeñas del mundo, con algunas especies que llegan a medir sólo 5 centímetros de largo.

Entre las principales especies de colibríes que podemos encontrar en la CDMX están el colibrí pico ancho, el corona violeta, el berilio, el opaco, el oreja blanca, el garganta rubí, entre otros, y todos ellos se distinguen por su belleza. De las 59 especies que habitan en nuestro país, 13 de ellas son endémicas.
Otros refugios y santuarios en México
En el país existen otros lugares dedicados al cuidado y al estudio de los colibríes, entre ellos están el Santuario de Colibríes de Puebla, en San Francisco La Unión, Tlahuapan; la Casa Colibrí, en el Parque Ecológico de la Ciudad de México, en Tlalpan o el Refugio de Colibríes de Catia Lattouf, otra protectora de estas aves que se encarga de rehabilitar y cuidar colibríes que no pueden vivir por sí solos, está en Polanco, en el departamento de Catia.

Aunque el Parque Naucalli está en Naucalpan, Estado de México, la iniciativa nos permite adoptar a los colibríes que aún vuelan libres por la CDMX y cualquier otra parte. Y como no queda muy lejos, los chilangos también podemos ir a ayudar al santuario si lo deseamos.

Los colibríes no son mascotas, pero podemos facilitarles mucho la vida si tenemos plantas, flores y bebederos adecuados para que se alimenten. Estas aves coloridas nos alegran la vida y son consideradas de buena suerte. Si quieres tener nuevos amigos de esta especie, adóptalos como se debe y ayúdalos para que tengan la vida que se merecen.
El Parque Naucalli está en Boulevard Manuel Ávila Camacho, Manzana 20, Naucalpan de Juárez.