Lo que necesitas saber:
Las calles de la CDMX cuentan sus historias. El tramo de una de las arterias principales del Centro Histórico llegó a ser considerada como maldita y daba miedo transitar por ella.
En el Centro Histórico CDMX hay una calle a la que durante un tiempo no tuvo nombre y se le consideró como maldita por diferentes motivos. La población se negaba a atravesarla por creencias y supersticiones, nadie quería habitarla y sus terrenos vendidos a precios bajísimos no eran comprados. Aunque parezca increíble, esta arteria es parte de la actual 5 de Mayo, una de las más transitadas en la actualidad y que es fiel representante de la historia y orgullo nacional. Aquí te contamos.

Antes de que esta calle fuera la importante vía que va de Monte de Piedad a Eje Central Lázaro Cárdenas, muy cercana al Zócalo Capitalino, y con edificios importantes como el Bar La Ópera, la Casa de los Azulejos o el Edificio Guardiola, entre otros, llegó a ser considerada como un pasadizo oscuro y solitario durante un tiempo, en el siglo XIX.

Anteriormente estaba conformada por dos tramos diferentes conocidos como los callejones de Mecateros y de Arquillo, limitados por el antiguo convento de La Profesa. Fue durante su ampliación que la gente prefería tomar otros caminos antes de pasar por ahí ni por equivocación y esta calleja sería considerada como maldita.
El origen de la “calle maldita”
La vía que hoy es 5 de mayo no existía en los tiempos de la antigua Tenochtitlan. Con la llegada de los españoles y el nuevo trazo de la ciudad, se decidió hacer un camino para dividir lo que eran los terrenos de las casas del emperador Moctezuma, que también se encontraban por donde hoy pasan las calles de Tacuba y Francisco I. Madero.

Esta nueva arteria conformó los callejones de Mecateros y de Arquillo y el tiempo pasó sin novedad hasta la llegada de las Leyes de Reforma, que separaron a la Iglesia del Estado y afectaron al clero, quitándole privilegios, así como propiedades e inmuebles. Algunas iglesias, conventos y edificios eclesiásticos fueron clausurados para darles otros usos e incluso otros fueron demolidos.
La calle maldita del siglo XVIII
Ese fue el caso del Convento de La Profesa, ubicado en el límite de los callejones de Mecateros y Arquillo, donde hoy tenemos la calle de Isabel La Católica. Esta gran construcción, junto con otro convento de la zona dedicado a Santa Clara, fueron demolidos en 1861. De La Profesa sólo quedó su templo, que hoy también conocemos como San Felipe Neri.

En el lugar de los conventos se amplió el tramo de los dos callejones por un par de cuadras más para llegar hasta lo que hoy es Bolívar, donde se encontraba el famoso Teatro Nacional.
El tramo de las dos nuevas cuadras no tenía nombre y los ciudadanos se negaban a pasar por ahí. Los escombros de los conventos quedaron esparcidos por el lugar, así como los restos de retablos y piedras labradas con motivos religiosos. Los creyentes preferían no profanar la zona y los anticlericales la evitaban por considerarla todavía sagrada.

Como resultado, esta calle permaneció en ruinas, se llenó de basura e inmundicia, y era considerada como un muladar. Nadie quería comprar los terrenos aledaños aunque se encontraran tan cerca del Zócalo. El tramo era considerado inseguro y de mala suerte, a la gente le daba miedo y no tenía nombre, sólo se le conocía como la “calle maldita”.
El 5 de mayo y la batalla de Puebla
Pero llegó el 5 de mayo de 1862, fecha histórica en que el ejército mexicano triunfó ante los franceses. El gobierno decidió bautizar esta calle con la fecha conmemorativa y le colocó una placa con su nuevo nombre: “5 de mayo”. Entre 1881 y 1883 se decidió ampliar los antiguos callejones de Mecateros y de Arquillo para conformar una sola arteria.

La nueva calle llegaba hasta la fachada del Teatro Nacional, en lo que hoy es Bolívar. De ser una vía angosta, con el tiempo se amplió. En los primeros años del siglo XX se demolió este teatro y comenzó la construcción del Palacio de Bellas Artes. La calle 5 de mayo se extendió hasta lo que hoy es Eje Central Lázaro Cárdenas.

Esta nueva avenida se convirtió en una de las más importantes del Centro Histórico, amplia y con hermosas casas, edificios y comercios. Entre estas antiguas construcciones hoy se conservan la Casa de los Azulejos, originalmente construida en el siglo XVI y que quedó reducida con el nuevo trazo de 5 de mayo, el Edificio La Palestina de 1884, el primero en tener seis pisos en la ciudad, el Edificio del Banco de México, de 1905 y el Edificio París de 1907, entre otros.
Hoy 5 de mayo es una de las calles principales del Centro Histórico, pero aunque no lo parezca, durante un periodo de tiempo parte de ella fue considerada como una calle maldita.