Persecuciones han visto muchas, pero pocas como ésta. Y no precisamente por su intensidad.
Como podrán ver, la adrenalina estuvo a su más bajo nivel cuando el conductor del auto blanco nomás no quería ponerse bajo las órdenes de las autoridades y para demostrar su rebeldía se dio a la fuga, aunque sin forzar la máquina de su auto.
Siguiendo el protocolo, los polis tuvieron que seguirle el paso a su blanco… hasta que el de la camionetita dijo “ya estuvo suave” y le puso algo de emoción al asunto. Después de detener “por las buenas” la marcha del vehículo en fuga, se procedió a someter con toda delicadeza al lánguido fugitivo.
*Vía metro.co.uk