Y en la nota idiota del día…
Está bien que exijamos nuestros derechos como consumidores… pero este hombre de Montana, Estados Unidos, se pasó de rosca.
Resulta que el jacarandoso William McDaniel estaba agobiado por tanto estrés, por lo que fue a un table-dance para ver si ahí podían sacárselo… y de paso, algo más. Por ello no dudó en desembolsar 350 dólares por los servicios de la bailarina del sofisticado Sage Brush Sam, pues para que le ofreciera un privado…
Ya cuando estaba en su punto, don Willy solicitó a la maestra en las artes del tubo que terminara la chambita… a lo que se negó la mujer, ya que ella simplemente ofrecía servicios eróticos.
Ante el rechazo y sintiendo que estaba siendo robado, ya que él suponía que la elevada tarifa incluía “final feliz”, el hombre de 53 años llamó a la policía para denunciar el atropello.
Para sorpresa del don, le voltearon la tortilla y él resultó ser el detenido, ya que los agentes lo arrestaron por el delito menor de solicitar servicios de prostitución.
Para su mala suerte, don Willy no tiene un historial que lo ayude a salir bien librado del asunto: según las autoridades, McDaniel tiene antecedentes por posesión de drogas y por manejar bajo la influencia de enervantes…
Pues todo esto huele a que el hombre fue víctima de publicidad engañosa… mártir.