Con los trancazos que hemos visto que aplican los policías a sus detenidos, cualquiera se orinaría en los pantalones, en caso de caer en sus manos…
Pero el héroe del siguiente video al menos tuvo la decencia de acomodarse el pizarrín antes de ser protocolariamente esposado… y bueno, parece que antes de eso se había echado unas chelas, le dio frío y el cuerpo respondió o, simplemente, ya llevaba rato aguantándose…
Con estas jocosas imágenes, que causan la risa no sólo del policía en cuestión, no faltan las féminas (y hombres, claro, también) que ya requieren los datos del detenido, para realizar su respectiva visita conyugal. ¿Cómo por qué?
Bueno, además de que no se les hace de malos bigotes, han echado a volar la imaginación sobre las proporciones medias del detenido… sobre todo por el chorro que deja escapar, con un poquito que se hubiera agachado y habría bastado para echarse un buen buche.
El viaje será largo para las que se quieran lanzar, ya que los hechos ocurrieron en Reino Unido, donde Scotland Yard no proporcionó detalles sobre la detención de la fuente humana.
