¿Qué más agresivo que invadir la mente? Eso le queda claro a este curioso amante de lo ajeno que, sabedor del poder que tiene sobre la voluntad de los demás, usa su particular habilidad para hacer el mal.
¿Robo arreglado o de verdad estamos frente a una nueva clase de ladrones?, no lo sabemos. Pero lo que sí es que hay que tener cuidado al mirar fijamente a los ojos a cualquier desconocido, no sea que al recobrar la consciencia nos encontremos en ropa interior…
A la víctima de este video no le pasa lo anterior, pero sí nos lo dejan sin las ganancias de todo el día. Se “agradece” que todo sea sin la violencia que caracteriza a los maleantes de hoy en día.