Lo que necesitas saber:
Conozcan la historia detrás de "Banquet", el himno de Bloc Party que tomó como inspiración a Black Francis y compañía.
Cuando Bloc Party estrenó “Banquet”, fue como si alguien hubiera prendido fuego a la pista de baile en plena transición del post-punk. De pronto, la juventud británica cambio el chip, y en lugar de hacer música triste o melancólica, estaban sacando los prohibidos, saltando, gritando con los riffs como si su vida dependiera de ello.
Pero, ¿de dónde salió este himno frenético que convirtió a la banda de Londres en uno de los actos más emocionantes de la década de los 2000? Agárrense, porque la historia de este temazo tiene de todo un poco, pues aunque no lo crean, Pixies fue una gran inspiración para su composición… así como lo leen.

Bloc Party y el contexto en el que surgió la banda
Para entender “Banquet”, hay que ponernos en contexto. A inicios de los 2000, el garage rock revival ya había explotado gracias a The Strokes y muchas bandas trataron de imitarlos, pero en el Reino Unido la onda era distinta. Radiohead había dejado el rock atrás, Coldplay se ponía cada vez más cursi, y el britpop ya era una reliquia de los noventa.
La nueva ola británica no venía con riffs vintage, sino con una energía más cruda, más frenética, más urbana. En medio de ese enorme entusiasmo musical, Bloc Party apareció en la escena de Londres, la cual parecía ser una banda diferente al tener influencias muy distintas que vendrían a provocar una revolución.

Kele Okereke, el vocalista y líder del grupo, era un joven introvertido, hijo de inmigrantes nigerianos, que cargaba con un montón de emociones que no sabían dónde liberarlas. Su voz podía sonar vulnerable, pero también desesperada, como si cada verso fuera una confesión a punto de colapsar.
Junto con Russell Lissack (guitarra), Gordon Moakes (bajo) y Matt Tong (batería), Kele formó la primera alineación de Bloc Party, la cual encontró en la enorme precisión del post-punk una forma de canalizar todo ese caos emocional.
“Banquet” antes de llegar al tracklist de ‘Silent Alarm’
Aunque muchos la conocieron en el aclamado y querido Silent Alarm, el disco debut de Bloc Party y uno de sus mejores trabajos, “Banquet” ya existía desde 2004. De hecho, salió originalmente como un sencillo doble junto con “Staying Fat”, lanzado por el pequeño sello independiente Trash Aesthetics.
Fue una edición limitada en vinil de 7 pulgadas y aunque no llegó muy lejos en las listas de popularidad, empezó a hacer ruido entre los DJs de la escena alternativa de Londres. La rola era un golpe directo: una batería brutal, un bajo estresante, y esas guitarras combinadas que parecen tener conversación caótica.

Pero lo que realmente enganchaba de “Banquet” era la letra, la cual compuso Kele durante una gira en 2003. El frontman no cantaba como una estrella de rock, sino como un tipo que acaba de mandar un mensaje en la madrugada y está esperando la respuesta con ansiedad.
Kele Okereke compuso una letra sobre sexo, deseo y ambigüedad
“Banquet” tiene una de esas letras que suenan simples, pero están cargadas de simbolismo y tensión. Desde el inicio, con el famoso “A heart of stone / A smoking gun”, Kele se mete de lleno en la ambigüedad emocional. El corazón de piedra, el arma humeante… hay algo roto, algo violento, algo reprimido.
La línea más icónica, “She’s got such a dirty mind / and it never ever stops / and you don’t taste like her / and you never ever will”, generó toda clase de teorías. ¿De quién habla? ¿Quién es “ella”? ¿Por qué el deseo está tan enredado en la comparación y la insatisfacción?
Kele Okereke, quien no se declararía abiertamente gay sino hasta unos años después, jugaba constantemente con esa ambigüedad en las letras de Bloc Party. “Banquet” no es una canción de amor convencional, ni siquiera es sobre una relación definida. Es sobre deseo, sobre confusión, sobre anhelo.
El “banquete” del título de la rola es una escena simbólica, una mesa llena de tentaciones, de sensaciones, de placeres a los que tal vez no se debería acceder, pero que son imposibles de resistir.
La influencia de Pixies en un clásico de Bloc Party
Uno de los ingredientes clave que Bloc Party echó a la licuadora al momento de escribir “Banquet” fue el sonido de Pixies. Sí, la mítica banda de Boston que básicamente inventó la fórmula de verso suave y coro explosivo que Nirvana y la generación grunge tomaron para crear uno de los géneros y movimientos más importantes en la historia de la música.
Kele Okereke dijo en varias entrevistas que esta rola fue su intento de escribir algo “al estilo Pixies”. El vocalista tomó como referencia el legendario Doolittle y en específico la cuarta rola de ese discazo: “I Bleed”, de la cual se inspiraron en el fraseo para componer el de “Banquet”.
Aunque Bloc Party no buscaba sonar igual que Pixies, sino que querían imitar su manera de estructurar el tensión-release de la rola: esa dinámica en la que la canción parece estar conteniéndose todo el tiempo, solo para estallar de pronto como una olla de presión que se suelta.
Escuchen con atención, los versos de “Banquet” son más contenidos, casi hablados, con la batería marcando el paso como metrónomo intenso y las guitarras entrando rápidamente. Esa dinámica es 100% Pixies, pero pasada por el filtro de una banda que creció con discos de Sonic Youth, Joy Division y Aphex Twin por igual.
Bloc Party heredó ese talento de Black Francis y compañía, aunque también se inspiraron en “Prince Charming” de Adam and the Ants. De cualquier manera, “Banquet” es una rola muy original que dejó claro cuál era el sonido del futuro y hacia donde se movería la escena del Reino Unido tras un momento complejo.
El legado de “Banquet” y su importancia en la carrera de la banda
Con “Banquet”, la prensa británica –siempre sedienta de encontrar un nuevo “salvador del rock”– los empezó a poner en la misma conversación que Franz Ferdinand y más actos de la misma generación. Pero Bloc Party tenía algo distinto. Mientras los demás parecían mirar hacia el pasado con nostalgia, ellos proyectaban una visión hacia el futuro.
En 2005, la banda regrabó la rola para Silent Alarm con una mejor producción a cargo de Paul Epworth, el mismo que después trabajaría con Adele, Florence + The Machine y Coldplay.
Esta nueva versión le dio más punch, más claridad, más velocidad, cyo sencillo reeditado llegó al lugar 13 en las listas del Reino Unido, y terminó de consolidarlos como una banda que no solo sabía hablarle al underground, sino también al mainstream alternativo.
Aunque Bloc Party tuvo otros hits –como “Helicopter”, “This Modern Love” o “Like Eating Glass”–, “Banquet” sigue siendo su carta de presentación más poderosa. Es la canción que los puso en el mapa, la que encapsula todo lo que los hace especiales: letras cargadas de emoción contenida, riffs explosivos y una vibra nocturna que mezcla lo cerebral con lo físico.
A 20 años de su lanzamiento, esta rola sigue sonando fresca, relevante y, viva. Es una de esas canciones que te hacen recordar por qué el indie rock británico de los 2000 fue tan importante para una generación, pues mezclaba ritmos para la pista de baile con la introspección, el coqueteo con el trauma y situaciones indentificables.
Kele dijo alguna vez que en esa época se sentía como un “extraño” tratando de encontrar su lugar en una escena que no siempre lo aceptaba del todo con Bloc Party. Pero con “Banquet”, logró algo más potente: que todos nos sintiéramos parte de esa incomodidad. Que el baile fuera un acto de rebeldía emocional, que entre tanto riff ponchado, también hubiera espacio para los sentimientos.