GORAN BREGOVIC
Viernes, 18 de octubre
El Plaza Condesa
México, DF
EL CONCIERTO
La última vez que Goran Bregović se presentó en la Ciudad de México fue hace poco más de cinco años, cuando la música tradicional de los Balcanes estaba disfrutando su máximo apogeo. Una serie de factores contribuyeron a su popularidad, especialmente en nuestro país: Las películas de Emir Kusturica encontraron una audiencia mucho más amplia en parte gracias a las bandas sonoras que las ascendía a cine de culto; Grupos como Gogol Bordello y Balkan Beat Box le agregaron un toque moderno al folclor gitano al incorporar elementos del punk, el dub y otros géneros; y ya desde hace rato, artistas como Manu Chao nos exponían, en pequeñas muestras, a una probadita de la música de cada región del mundo que visitaban. En efecto, la música del sureste de Europa tuvo su peculiar momento en las modas de occidente, pero Goran es un talento de otro nivel. Así que cuando el compositor de Sarajevo ofreció un concierto en nuestro país, las entradas fueron agotadas por un público que reconoce que la buena música se puede disfrutar en cualquier época.
Goran Bregović se presentó con una versión compacta de su Orquesta para Bodas y Funerales. Entre la alineación podíamos contar con dos trompetas, dos tubas, un sax (que también la hacía de clarinete), dos coristas, un vocalista que también se encargaba de las percusiones, y el mismo Goran, con un atuendo lustroso y sentado con su guitarra azul, la cual sonaba como una guitarra eléctrica desenchufada. Además de dirigir a su orquesta, Bregović también tocó percusiones y un adorable glockenspiel. Aunque el percusionista sentado a su lado derecho era la voz principal, todos los ojos estaban puestos sobre la carismática figura de Goran, aunque no estuviese cantando en alguna pieza.
A pesar de contar con más de 60 años -63 para ser preciso- los conciertos de Goran Bregović se siguen distinguiendo por su tremenda energía, con la cual contagia al público sin mucho esfuerzo (rara vez se levantaba de su silla). Bien parece que el compositor tiene pila para seguir haciendo esto por veinte años más y sus audiencias seguirán amenazando con demoler el recinto con tanta fiesta y brinco. La música de los metales siempre ha sido un detonante entre un público mexicano ansioso por haces su desmadre. No hay muchos instrumentos como la trompeta que hagan que la sangre se caliente a tal grado que provoque que el cuerpo se convulsione violentamente. Es una reacción interesante.
Muchas bodas y pocos funerales. Había pasado tanto tiempo desde su última visita que Goran y su Orquesta nos complacieron con varios temas favoritos como “Gas Gas Gas” (con la que abrió), la sublime “Ederlezi” con la que brillaron sus coristas de Bulgaria, “Mesecina” clásico tema de la película Underground, y sus canciones más conocidas “Bella Ciao” y “Kalasnjikov” (con la que cerraron tras un grito en español de “¡A la carga!”) Por supuesto, los fanáticos coreaban las canciones sin importar el idioma original del tema. La banda también interpretó algunas colaboraciones de los Gypsy Kings y Gogol Bordello, entre otros temas que hicieron que las dos horas transcurrieran en dos minutos. Ahora solo hay que cruzar los dedos para que no tengamos que esperar tanto tiempo para volver asistir a otra de sus fiestas gitanas. La adrenalina es adictiva.
DURACIÓN: 2 horas y 5 minutos
FOTOS: Yunuén Velázquez / Ocesa
RESEÑA: @ShyTurista ([email protected])
¿Y LA RESEÑA DE MUSE?: No me hagan reír