La buena fotografia nos ha enseñado que las buenas piezas no necesariamente se componen de glacieres o paisajes fantásticos, sino que todo se trata de la mirada del fotógrafo que puede encontrar en los más cotidiano, el brillo de lo que se puede eternizar. La vida diaria está llena de arte improvisado y esto lo saben muy bien los fotógrafos de ciudad.
Sin lugar a dudas realizar un viaje a una ciudad desconocida quedará en nuestra memoria por el resto de nuestras vidas, pero nunca está de más una buena fotografía, esa que hará recordar por mucho tiempo lo bello que es el lugar que visitamos.
Claro, la fotografía de celular ha revolucionado y socializado de forma diferente el arte de plasmar los momentos de forma instantánea. Gracias a esto, el arte de fotografiar la ciudad, su rápidez, su contradictoria naturaleza de caos incontrlable y orden férreo al mismo tiempo, ha producido piezas impresionantes.
Y claro, ha muchos no nos basta con el celular y ya, pero tampoco queremos comprar una cámara carísima y pesada que tengamos que cargar todo el tiempo, digamos que le resta encanto a sacar el celular y pum foto rápida. Sin embargo, hay muchas formas para hacer que la lente de su celular sea más poderosa pero de forma cómoda, incluso se han creado lentes de largo alcance que son muy manipulables y se pueden colocar en la cámara de nuestro celular en un segundo y sacar imágenes profesionales con nuestro teléfono (cof cof, échenle un ojo al Sony QX100 que está bueno para estas cosas).