Como bien recordarán, hace unos días la presidente de Chile, Michelle Bachelet, anunció que había pedido la renuncia de todo su gabinete. Pues bueno, hoy anunció quién se queda y quién se va.
Dos de los cambios más importantes fueron la salida del jefe de gabinete y, por primera vez desde el retorno de la democracia al país sudamericano, la del titular del Ministerio de Hacienda.
Al momento de anunciar los cambios, Bachelet expresó:
“Hoy es tiempo de dar un nuevo impulso a la calidad de Gobierno”
Claro que estas medidas extremas han sido tomadas en el marco de un intento por superar la crisis de confianza en la que vive sus Gobierno tras una serie de escándalos de corrupción.
Cinco de los 23 ministros dejarán definitivamente su cargo, mientras que otros cuatro serán trasladados a otras dependencias.
De los que se van, uno de los nombres que más llamó la atención fue el de Rodrigo Peñailillo, quien era un estrecho colaborador de la presidente a tal grado que era considerado su hijo político… pues bueno, parece que en tiempo de crisis lo importante es salvar la credibilidad del Gobierno.
Los principales cambios se produjeron en los ministros de Interior, de Hacienda, en la Secretaría General de la Presidencia, Secretaría General de Gobierno, de Defensa, de Justicia, Trabajo, Desarrollo Social y Cultura y Artes.
El diario chileno La Tercera sacó este esquema donde se ve quién se va:
Es interesante notar cómo en ese país los escándalos de corrupción pudieron empujar a la presidente a cortar cabezas para recuperar la confianza en su gobierno, muy diferente de lo que hemos visto en México, en donde por cada escándalo lo único que se hace es cerrar filas y dar espaldarazos a personajes de cuestionable calidad moral. ¿Y luego se preguntan por qué nadie aplaude? A veces, además de reformas se necesitan muestras de buena fe, o en el caso de los mexicanos, pruebas concretas, pues después de tantos años, si hay una sociedad escéptica de las acciones del Gobierno es la nuestra.
@plumasatómicas