Lo que necesitas saber:
Benjamin Netanyahu cuenta con una orden de aprehensión ordenada por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra... y Trump ha propuesto la limpieza étnica de Gaza.
Por primera vez desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás, el primer ministro Benjamin Netanyahu y Donald Trump se reunieron en la Casa Blanca… y lejos de verse como responsables de un genocidio en Gaza (y ver cómo chin#$%&/dos arreglan el asunto), ya andan celebrándose y reconociéndose sus esfuerzos.

“Agradecimiento y admiración, no sólo de Israel… sino del pueblo judío”: Benjamin Netanyahu
Con una percepción bien alterada de la realidad, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu le hizo saber a Donald Trump que ya lo nominó para el Premio Nobel de la Paz… pues, ¿cual paz?
“[Donald Trump] está forjando la paz mientras hablamos, en un país y una región tras otra”, explicó el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, antes de entregarle a Trump una copia de la carta que ya le hizo llegar al comité del Nobel de la Paz.

“Quiero expresarle el aprecio y admiración, no sólo de Israel, sino del todo el pueblo judío”, agregó Netanyahu. “Viniendo de usted, esto es muy significativo”, atinó a decir Trump al saber que ya está en la lista de nominados al premio que ha sido entregado a personajes como Nelson Mandela, Barack Obama y MalalaYousafzai.
Vuelven las negociaciones entre Hamás e Israel
Luego de saber de su nominación (y ya en materia de la reunión), Trump evaluó la situación de los conflictos en los que ha metido mano: en Irán, dijo no saber cuándo habrá conversaciones para paz (y espera que Estados Unidos no tenga que volver a atacar)…
¿Y en Ucrania? Bueno, allá no se ve cerca el Nobel de la Paz: tiene la intención de reanudar el envío de armas: “tenemos que hacerlo, deben se capaces de tener con qué defenderse”, justificó el flamante nominado al Nobel de la Paz.

Mientras Donald Trump y Benjamin Netanyahu se reúnen en Washington, en Qatar, delegaciones de Hamás e Israel vuelven a la mesa de negociación para alcanzar quizás no un acuerdo de paz… pero, mínimo, un arreglo para el cese al fuego.
Cuestionados sobre su conocido plan de desplazar a los palestinos de la zona de Gaza (una limpieza étnica, antes de convertir la zona en un resort), Trump prefirió echarle la bolita a Netanyahu: “Si la gente quiere quedarse, puede quedarse, pero si quiere irse, debería poder irse”, cantinfleó el primer ministro de Israel, quien cuenta con orden de aprehensión por crímenes de guerra… pero como Estados Unidos no está afiliado a La Haya, pues no será ejecutada.