Los tuits más recientes de Cecilia Flores —la fundadora de las Madres Buscadoras de Sonora— cuentan una historia desgarradora. “Hoy será una de las noches más tristes de mi vida”, comentaba en sus redes sociales. “No pude conseguir una retroexcavadora que me permita avanzar en la búsqueda de mi hijo”.
Existen elementos para creer que el cuerpo de su hijo, Alejandro, están en un predio de Guasave, Sinaloa.

¿El problema? No ha conseguido ayuda, ni de los gobiernos locales ni del gobierno federal, para avanzar en la búsqueda. Cecilia Flores lleva días escarbando a mano, únicamente acompañada de su hija y de otra persona más.
“Nadie se me acerca por miedo”, comentaba la tarde del lunes en sus redes sociales. “Tampoco me quieren rentar maquinaria”.
Y ese ha sido uno de los principales dolores de la misión de Cecilia. Si quieren avanzar en la búsqueda de su hijo Alejandro necesita de una retroexcavadora.
Sin embargo, las que han encontrado se las rentan en mil pesos la hora y no han podido llevarlas a Guasave. Nadie de la región quiere rentar su maquinaria por miedo. “La única opción es rentar en otro lugar, lejos de allí, en ciudad de Los Mochis”, denunciaban las Madres Buscadoras de Sonora.

Aunque todavía no consigue retroexcavadora, Cecilia sigue escarbando a mano, con su pala.
En sus redes sociales también ha denunciado que el gobierno no la acompaña. Hace unos días pidió la protección de la policía de Sinaloa y de la Guardia Nacional, pero no la había conseguido hasta que la situación estuvo en riesgo. Denunció que ni Alejandro Encinas, ni Rosa Icela Rodríguez la han atendido. “Mi seguridad no es permanente, solo me acompañan a la búsqueda”, señaló.
Su caso llegó a la mañanera de AMLO pero terminó en una extraña declaración. El presidente aseguró que la estaban atendiendo y que habían platicado con el gobernador de Sonora para que la protegiera.
¿El problema? Como ella misma lo ha estado diciendo: la búsqueda de su hijo está en Sinaloa.