¿Fueron al Corona Capital? Tal vez sí, tal vez no, pero si estuvieron ahí, seguro notaron que habían varios personajes muy únicos rondando el área del autódromo. No sabemos si es moda, seguir ondas o qué, pero estos personajes nunca faltaron.

Seguro recuerdan haber visto a todos estos:

El del Globito

A lo largo y ancho del festival, seguro vieron a alguien con un palito de plástico al que le amarraban un globo, nosotros pensábamos que era una primitiva forma de comunicarse con algún satélite, algo ritualístico para atraer las nubes o tal vez algo que hizo Drake y ahora todos lo copian.

Llegó un momento en que vimos a tantas personas con ese palito y un globo que no tuvimos de otra más que ir y preguntarle a uno que cuál era la historia detrás de todo este asunto, ¿su respuesta? “Ah, pus pa que me vean mis valedores”.

Lástima que había cientos de globitos amarrados a otros palitos.

Las Guapas

Uffff, obvio. Uno no podía ir a comprar un agua o a algún escenario sin enamorarse. Vaya, con el simple hecho de caminar 3 metros, uno encontraba alguna razón para dejarlo todo y escaparse con esa chica con la que acababas de cruzarte.

Había para todos los gustos: Altas, chaparritas, medianas, delgadas, llenitas, con lentes, sin lentes, güeras, castañas, con el cabello azul y algunas hasta iban a ver a las bandas.

El Borracho

No es un festival de música si no ves a alguien hablando con las banquetas, sin embargo, en el Corona Capital siempre hay un tipo muy especial de borracho.

Siempre con el torso desnudo (suponemos que cree que como ya fue 15 días al gimnasio, tiene cuerpo de Adonis), siempre bailando con los mismos pasos. Lo mismo se retuerce con Calvin Harris que con Richard Ashcroft.

Todas las chicas lo desean. O eso piensa él. Nada más él.

Los tipos barbones

¿Hubo algún experimento de clonación en los 80’s? ¿Por qué había miles de tipos IGUALITOS a estos de la fotografía?

Todos con barba, entradas en la frente, con lentes oscuros y tomando fotografías de todo. ¿Dónde los hicieron y por qué?

Queremos respuestas, Gobernación.

Los que estaban por el evento social

Hubo algo que nos entristeció. El Festival se sentía sin vida, se sentía como una feria de pueblo donde hay muchas cosas por hacer y todos en algo, sin embargo, muy pocos en la música.

Clara prueba de ello, era la kilométrica fila para la rueda de la fortuna a pocos minutos de que empezara Richard Ashcroft. Es una lástima, el Corona Capital trajo grandes actos para los amantes de la música y mucha gente prefirió actividades ajenas a lo musical para su entretenimiento.

Por otro lado, cada quién está en su derecho de hacer con su entrada el festival lo que quieran, sólo pensamos que hay formas más baratas de subir a una rueda de la fortuna.

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