Los baños públicos son un vórtice del infierno, dónde buscas aliviar tus dolores intestinales, pero el miedo a entrar en ellos puede ser peor.
Seguramente muchos de ustedes cuando viajan en carretera, van en auto o se encuentran fuera de su hogar han tenido que visitar un baño público. Si pagaste tres pesos y por eso creíste que estaba limpio cometes un grave error.
Nunca son un lugar en el que quieras pasar más de cinco minutos, y menos si es en una gasolinera. Sin embargo, cuando Jason Godfey andaba por Filipinas pasó a este baño en una estación Shell, y descubrió que era un baño más que lujoso.