Mmmmmta… Un estudio recientemente publicado en la revista Journal of the Royal Statistical Society y elaborado por investigadores del Departamento de Economía de la Universidad de Valencia, en España, revela que los nacidos en verano tienen más o menos 3 meses menos de esperanza de vida que los nacidos en invierno.
¿Cómo, cómo? Bueno pues los investigadores determinaron que los efectos estacionales, es decir los efectos de las distintas estaciones del año como cambio de clima, tienen un mayor impacto en una persona que los efectos propios del envejecimiento.
Es decir, para una edad determinada, la temporada tiene un mayor impacto en aumentar o disminuir el riesgo promedio de muerte a esa edad, que a la edad real de la persona expuesta al riesgo.

Esperanza de vida y estaciones del año
El estado explica que las expectativas de vida y las probabilidades de morir o sobrevivir no solo dependen de la edad de las personas, sino también de cuánto cae su cumpleaños dentro de un año. Esta información es relevante ya que sirve, por ejemplo, para la gestión de los sistemas de pensiones o para las compañías de seguros.
Todos los datos que se utilizaron para obtener estas conclusiones se basan en los eventos registrados en España, tanto nacimientos como muertes.
Después de analizaron más de 180 millones de eventos demográficos y analizar las probabilidades de fallecimiento o supervivencia para cada edad y trimestre del año, encontraron que los nacidos en verano tienen hasta 3 meses menos de esperanza de vida que los nacidos en invierno.

Y tiene una explicación. Por ejemplo, su Fulanito nació en invierno, durante toda su vida sus cumpleaños serán en invierno. Los tres trimestres anteriores a su cumpleaños son menos duros, por ejemplo, en clima.
Pero los nacidos y con cumpleaños en verano, llegarán a su aniversario tras haber pasado los meses duros de invierno, por lo que tienen más probabilidades de morir. Ojo, esto no significa que los nacidos en invierno se morirán por ley, pero aumenta las posibilidades.
Se ha observado que en invierno hay mayor mortalidad para gran parte de las edades, siendo mayor para las mayores edades tanto en hombres como en mujeres. Es decir, entre más grande es la persona, más riesgo tiene de morir si su cumpleaños cae en verano, que en invierno.