Lo que necesitas saber:
Las autoridades aseguran que se seguirá tolerando el consumo de mota con uso lúdico... pero en orden y con seguridad.
“Buuuuuuuuhhhhhh”, dicen los compañeros que, de vez en cuando, iban afuera de Metro Hidalgo a prenderse un toque… ya no habrá de eso: el gobierno de la CDMX está en vías de recuperar ése y otros espacios públicos tolerados para el consumo de marihuana.

Narcomenudeo, la principal razón para que ya no sean “espacios tolerados”
De acuerdo con la tarjeta informativa difundida por el gobierno capitalino, la recuperación de dichos espacios se debió a que se notó que ya la gente no aplicaba el clásico “tanque y rol”… nahh, ya nada de compartir: nomás puro vender… narcomenudeo, pues.
Lo anterior, más otras situaciones que ponían en riesgo la seguridad de los habitantes fue suficiente para que, desde ahora, ya no se deje fumar mota en los llamados espacios tolerados, como la Estela de Luz y el Monumento a la Madre.

Autoridades analizan nuevo espacio, uno donde no se afecte a terceros
“Nahhhh, si todavía fue a Hidalgo y se puede”, dirán los asiduos al espacio tolerado. Y sí, pero el gobierno de la CDMX avisa que dentro de poco se prevé que se limpiará de fumadores de marihuana la zona del metro Hidalgo, avenida Juárez y los alrededores del Senado de la República.
El desalojo total de las zonas mencionadas sucederá “en el corto plazo”, advierten las autoridades… sin embargo, “el consumo lúdico de cannabis continuará siendo tolerado”, aclara el gobierno que encabeza Clara Brugada… “pero en condiciones de orden y seguridad”.

Según las autoridades, ya se trabaja en conjunto con colectivos para definir bien cuál será un espacio tolerado definitivo para “quemarle las patas al diablo” sin problema. Se desconocen las propuestas, pero se prevé que será un lugar fuera del paso peatonal y que afecte a terceros.
“Buscamos soluciones que no coarten las libertades sino que fortalezcan el derecho a la ciudad para todas y todos”, indica el gobierno de la CDMX en el comunicado en el que reconoce que el panorama que ofrecían los espacios tolerados terminó afectando comercios, oficinas y viviendas cercanas.