Si eres de los chavos mala onda que acostumbrar pedir viaje en taxi pero a la mera hora no tienes  para pagar, lo peor que te puede tocar como castigo –en caso de ser agarrado- son unos buenos batazos por parte del chofer… pero no en todos lugares se aplica la ley de esta forma.

En Ohio, Estados Unidos, una chica hizo que un taxista la trasladara por 48 kilómetros, aun sabiendo que no tendría con qué pagar (monetariamente) por tal viaje… como la gasolina ya no está tan barata y el tiempo es oro, el taxista no se la perdonó y llevó a Victoria Bascom, nombre de la tentativa gorrona, ante los tribunales.

Aunque el asunto pudo resolverse con una insípida multa y pago de los daños causados, el juez Michael Cicconette le quiso meter inventiva al caso  y propuso a la infractora escoger entre pasar 30 días en prisión o echarse a pie los 48 kilómetros que viajó de gorra… no se vio manchado el de toga, ya que le dio chance de no chutárselos de jalón, sino recorrerlos en dos días.

Obviamente la mujer prefirió hacer pierna a recoger el jabón en la cárcel…

Como la ley no es tan flexible, las mallitas no le fueron suficientes y con todo y que optó por el ingenioso castigo, Bascom no se salvó de pagar al taxista los 100 dólares de la dejada y fue condenada a cuatro meses de prisión… pena que fue suspendida, gracias al acuerdo.

No es la única sentencia de este tipo que se presenta en el tribunal que preside el juez Cicconette. Anterior al caso de Bascom, una mujer se enfrentó a la ley por echar gas pimienta en el rostro de un empleado de un Burger King… en esa ocasión el de Ohio dio a escoger entre pasar 30 días en prisión o también recibir gas pimienta en la feis, para que viera lo que se siente. También en este caso la enjuiciada eligió la segunda opción… aunque a la hora de la ejecución el gas resultó ser sólo agua (minuto 1:03).

En otra ocasión el juez hizo que una mujer pasara toda una noche sola en la calle, sin agua ni comida… esto por haber abandonado a unos gatos recién nacidos. En otro de los jocosos castigos, Cicconette sentenció a un hombre que había sido arrestado por conducir alcoholizado a visitar la morgue para ver los cadáveres… ¿una más? En otra condena, ordenó que un sujeto que llamó “puerco” a un agente de la policía a colocarse junto a un verdadero marranito con un letrero que decía: “Este no es un agente de la policía”…

“Suerte” que Jean Succar Kuri no cayó en manos de este juez.

*Vía dn.pt

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