Después de haber vencido al Borussia Dortmund (2-1) en la final de la UEFA Champions League, los jugadores, técnico, amigos y familia, decidieron darse un respiro y relajarse un poco con una buena pachanga.
Después de tres finales disputadas en los últimos cuatro años, por fin el sol salió, ya que en el pasado no habían tenido suerte, pero la vida da muchas vueltas y ahora el Bayern está en la cima, por lo que era justo y necesario tener un festejo digno de un triunfo como este.
De los más animados durante el festejo posterior al triunfo fueron el entrenador Jupp Heynckes y Bastian Schweinsteiger, seguro por que año pasado había fallado un penal en la final:
Así de animoso se mostró el mediocampista con su actual pareja Sarah Brandner, quien fue privilegiada al tener entre sus manos el trofeo más prestigiado de clubes en Europa: La Orejona.
Este lindo momento tenía que quedar capturado para la posteridad:
Nunca pensaríamos que los alemanes tendrían tanto ritmo para el bailongo:
Obviamente los juegos con la Copa no podían faltar, a tal grado que algunos hicieron de las suyas y se la pusieron en la cabeza.
No todos los días se gana la Champions, por lo que todos y cada uno de los jugadores subieron al escenario, gritaron, cantaron, festejaron, en fin, se mostraron felices por haber ganado un encuentro que se decidió de último minuto gracias a Arjen Robben.
Algunos tenían vergüenza por participar en el festejo, pero tuvieron una manita de parte de Stephan Lehmann, la voz oficial del estadio para alentar a los jugadores a dejar le pena a un lado y disfrutar el momento:
No sabemos cómo terminó esto y no nos interesa, que festejen lo que tengan que festejar.