Estábamos muy quitados de la pena en la Sopicueva, trabajando arduamente para traerles notas vaciladoras, cuando nos topamos un video muy peculiar en Facebook.
No sabemos cuándo fueron grabadas, pero en las imágenes una joven aparece cotorreando en una especie de festival musical. A pesar de lo poco que dura el video, podemos intuir que esta señorita anda en busca del amor, y nada mejor que hacerlo donde la música y el alcohol hacen que los corazones se pongan alegres y complacientes. “Ya estoy en edad de merecer”, probablemente pensó esta dama deseosa de fiesta y bajas pasiones.
Entonces, la heroína de esta historia (que ya andaba jariosona) vio en un fortachón la oportunidad de mitigar su soledad y decidida se acercó para recibir sus arrimones de camarón a bailar con él.
Ella se le contoneaba y restregaba sensualmente como trompo al pastor, mientras él, como todo un caballaero, guardaba la calma. Cuando nuestra romántica amiga pensaba que ya la había hecho, pasó esto:
Hasta se puso colorada del coraje.
“Lo que es para ti aunque te quites, y lo que no, aunque te pongas”, afirma un dicho con el que las mamás, las abuelitas y las tías quedadas explican filosóficamente cómo opera la vida, y este video lo ejemplificó a la perfección.
¿Qué le decimos a la pobre chica?, solamente nos queda recordarle que siempre vendrán tiempos mejores (total, peor no le puede ir ¿o si?) y le recordamos esta frase que Ramón Córdoba usó en su novela Ardores que matan (de ganas):
“Como sabemos, en cosas de amores lo común es fracasar”.
Ay pa’ la otra.