Si creían que a Andrés Manuel López Obrador ya se le había olvidado su batalla personal contra la Mafia del Poder, están más que equivocados: el dirigente nacional de Morena ahora acuso al contubernio maléfico constituido entre Carlos Salinas de Gortari, Miguel Ángel Osorio Chong y hasta Felipe Calderón, de haber pactado para robarle la elección al candidato morenista Cuitláhuac García en las elecciones intermedias.
Según nuestro Pejecito, ese venerable sexagenario que defiende al pueblo bueno, la cúpula de la mafia acordó darle el triunfo en esa entidad al panista Miguel Ángel Yunes Linares, primo de otro político que también estaba en la contienda, el priista Héctor Yunes. El buen AMLO le cantó el tiro los supuestos elucubradores de sus derrotas diciéndoles que se verán las caras —de nuevo— en 20 meses.
Luego siguió con el guión tradicional: recordó que le han robado en dos ocasiones la Presidencia, que en 2006 hubo falsificación de actas y se rellenaron las urnas, mientras que en 2012 hubo compra de votos para imponer al actual presidente, Enrique Peña Nieto, señala Proceso. Y fuera de la sorna y el pitorreo, ambos procesos se distinguieron por su opacidad y poca transparencia, ¿o qué opinan ustedes?
López Obrador parafraseó aquel temazo de Pepe Aguilar llamado ‘Directo al corazón (por unas monedas)’ y señaló el costo político que ha tenido la “imposición” de Peña Nieto, quien llegó al poder —según el político tabasqueño— después de comprar 5 millones de votos “traficando con la pobreza de la gente” . (Y sólo porque túuuuuu me cambiaste por unas moneeeedaaas).
Por si ustedes conocen a algún militante, simpatizante o feligrés de Andrés Manuel, el líder los convoca a prepararse y organizarse bien para tener comités electorales en comunidades, ejidos y rancherías para informar a la gente y que en esta ocasión no se “dejen engañar”. Que no les quiten su voto, porque es “como quitarles su libertad”, además de pronosticar que en 2018 la dignidad del pueblo le ganará al “cochino dinero”.
