Lo realmente sorprendente del asunto es que un partido político se haya aventado el tiro de postular a tan cochambroso personaje o que en el PRI se decidan a sacar a Moreira de sus filas por la razón más chafa (tomando en consideración el negro historial). Ahí ustedes elijan.
Debido a que será el muy atinado representante del Partido Joven a una diputación local de Coahuila, el exgobernador de la entidad, Humberto Moreira, se perfila como el próximo personaje que el tricolor expulse de sus filas. Bueno, primero están pensando en retirarle sus derechos partidarios, así como hace algunos meses lo hicieron con Javier Duarte.
Por si los tiene con el pendiente, fue ayer por la tarde cuando se presentó oficialmente una denuncia contra Moreira, quien es acusado de violar el artículo 63 de los estatutos del Partido Revolucionario Institucional. ¿Pues qué dice ese artículo, que está reprobado embolsarse dinero del erario o, bien, endeudar a un Estado con cifras exorbitantes? Casi: sólo se señala que una de las razones para perder la militancia es aceptar la postulación de otra fuerza política o afiliarse a otro partido.
De acuerdo con Reforma, Moreira es la primera opción del Partido Joven para ocupar un puesto como diputado plurinominal… seguro porque todavía tiene ganas de seguir de uña chambeando y no porque al investirse como legislador, obtenga fuero y, así, libre las acusaciones que en su contra se han hecho.
¿Qué acusaciones podría tener en contra tan carismático e impoluto señor? Bueno, sólo hay que recordar que en España fue acusado de lavado de dinero, nexos con grupos criminales y malversación de fondos. Además, que en Estados Unidos tiene una que otra investigación en contra. ¿Pues por qué creen que no quiso lanzarse al Super Bowl (y eso que le ofrecieron boleto pagado)?
