Vista con un poco de condescendencia, efectivamente la señora tenía una emergencia.
Después de haber denunciado el supuesto robo de su Corvette, el cual fue sustraído de su casa en Punta Gorda, Florida, una mujer fue auxiliada por un varonil policía el cual dejó una profunda huella en Maria Montenez Colón, nombre de la afectada –en todo sentido-.
Cabe señalar que el Corvette ni siquiera existía, lo que en realidad quería la mujer que se describe a sí misma como “ardiente” era satisfacer su lujuria con un representante de la ley: “¿es usted casado?, es muy sexy”, dijo la viuda –en ese momento ebria- al agente que cometió el error de preguntar en qué podía ayudar a la necesitada mujer.
“Puedes follarme”, contestó la mujer, al momento que frotaba sus senos contra el brazo del oficial, quien advirtió a la “señito” que su conducta era inapropiada y abandonó el lugar no sin antes cometer un segundo error: Dejar su tarjeta aconsejando buscar ayuda.
Pues bien, la doñita no dejaba de pensar en aquel señor justicia por lo que decidió atascar de llamadas al 911 en las que solicitaba que el mismo policía regresará a su casa, pero esta vez en un tono de franca calentura.
Al ver que el oficial llegó –y hasta con un compañero- la mujer seguramente se hizo ilusiones de una sesión de sexo inolvidable, para su mala suerte, la razón de la visita fue para arrestarla. La viuda alegó que las llamadas realizadas fue por su insatisfacción que le proporcionó el policía en su primera visita. “fue todo un caballero, pero cuando le pedí que me follara me rechazó y eso me dejó muy molesta”.
Para tranquilidad de las fuerzas de seguridad de la región, la dama ya fue remitida, esposada y fichada… de paso deberían quitarle la línea telefónica o hacerle el favorcito.
