El fotógrafo Jill Peter realizó una interesante serie sobre las vírgenes juradas de Albania, un grupo de mujeres que tomaron voto de castidad y visten ropas masculinas para vivir como hombres.
Estas mujeres habitaban el norte de Albania y desde temprana edad elegían asumir la identidad de un hombre para toda la vida. Esta tradición se remonta cientos de años atrás, cuando surgió debido a la sociedad patriarcal que regía ese país, manteniendo un régimen opresivo sobre el género femenino: los maridos era vistos como dueños de sus esposas, las cuales no tenían derecho a votar, conducir, realizar negocios, beber, fumar, gastar dinero o usar pantalones. Incluso las niñas eran sometidas a matrimonios arreglados con hombres mucho mayores que ellas.
Así, al volverse vírgenes juradas y realizar un juramento ante los ancianos del pueblo, estas mujeres era consideradas legalmente como hombres y se les concedían los derechos y privilegios de la población masculina. Para tal cambio, debían cortarse el pelo, usar ropa masculina, hacer gestos propios de los hombres, cambiar de nombre y por supuesto, hacer voto de celibato para permanecer castas durante toda su vida.
Generalmente las mujeres accedían a esta condición para evitar un matrimonio a la fuerza o ante la falta de un hombre de familia.
Esta arcaica tradición ya se considera obsoleta, las Mujeres Juradas aún existen en los pequeños pueblos enclavados en las montañas de Albania, aunque cada vez quedan menos (se calculan 40).
Aquí parte de la serie de Jill Peter:
Para checar el resto de la serie visita el sitio web de Jill Peter.
Y un tráiler del documental He/She/He, que habla sobre el tema: