Una de las cosas chidas que ha dejado el Mundial de Qatar —como ha pasado en ediciones anteriores— ha sido conocer la cultura del anfitrión, que poco a poco ha abierto su ventana a la mirada de Occidente. Y aprovechando la ocasión, por acá les vamos a contar un poco de su poesía y sus creadoras, las mujeres.
Si bien Qatar ha estado bajo la lupa de organizaciones internacionales por un montón de acusaciones de violaciones a los derechos humanos —como la libertad de expresión, de asociación de los trabajadores migrantes o los derechos de las mujeres y poblaciones LGBT+, la poesía ha florecido en esta pequeña península, cuyo auge está siendo impulsado por la explotación del petróleo.
En Qatar hay poesía
De aquí en adelante, intenten ponerse cómodos porque vamos a hacer un buen viaje por la poesía catarí (qatarí) y la mirada de cuatro poetas.
Para comenzar, vámonos con lo esencial, un poco para derribar, ¿mitos? o estereotipos sobre dónde debe surgir y qué debe decir la poesía —quitándonos también esa especie de velo occidental que no nos deja ver más allá de lo que consideramos como establecido. Como si la poesía necesitara de una ley para validar su universalidad.
Y para eso también tenemos que hablar de filosofía. Durante un bien tiempo, generación por generación, se formaron los bandos de la poesía y la filosofía.
Se supone que cada una por su cuenta nos acerca a la compresión de nuestro entorno, aunque una “cumplía” el objetivo con mayor cabalidad. La primera mediante una mirada sensitiva —a partir de experiencias personales— de la vida. Y la segunda mediante las “verdades universales”.
Sin embargo, la ensayista española María Zambrano Alarcón —una de las tantas personas que reflexionó sobre el tema— puso sobre la mesa que la filosofía y poesía son dos maneras de conocer el mundo, la vida, y que cada una se complementa.
Que no había necesidad de ponerlas en distintos bandos porque se nutren una a la otra.
De esta manera, podemos ver a la poesía como una forma de expresión de sentimientos e ideas, pero también de conocimiento que hablan de temas que son universales —que no nos son ajenos—, sin importar si los poemas son de Qatar, China, Francia o México.
Y que nos ayudan a mirar la misma vastedad de nuestro mundo. Dicho esto, ahora sí nos podemos ir con la historia de la poesía en aquella península.
Un arte verbal entre las poblaciones del desierto
Antes de que Qatar encontrara su riqueza en el petróleo y comenzara el camino hacia la modernización —con la construcción de ciudades, urbanización y la solidificación de un sistema político basado en la monarquía—, la gente solía ver a la poesía como un “arte verbal” con funciones sociales bien específicas.
Cada comunidad beduina —nómada del desierto— tenía su propio poeta y esto era un símbolo de orgullo, sobre todo porque los poetas ayudaban a transmitir mediante la palabra aquello a lo que no podía tener acceso toda la gente, que era la palabra escrita.
En el siglo XVII ibn al-Fuja’a fue uno de los personajes más populares de la historia precisamente por su poesía —que básicamente promovía el martirio en un contexto religioso.
(En contraste, en el siglo XXI la poesía sirvió como un camino de protesta contra los gobiernos del Golfo, entre ellos el del emir de Qatar Hamad Bin Jalifa al Zani. Todo mediante el poema Jazmín de Túnez, de Mohamed Ibn al-Dheeb al-Ajami, quien fue sentenciado a cadena perpetua por difamación, aunque años después fue liberado, en 2016).
Mucho tiempo después se trazó un camino —dividido en dos periodos— que llevó a Qatar a donde hoy está:
1800-1950, época del protectorado británico, y de 1950 en adelante, periodo en el que Qatar logró su independencia e inició su desarrollo económico gracias a la explotación del petróleo y las reservas de gas natural.
Justo en este segundo periodo también se abrió una puerta para que las mujeres accedieran a la educación hasta en la universidad y en el extranjero.
Mujeres poetas
Una vez que Qatar caminaba hacia la modernidad, las mujeres comenzaron a hacer valer sus derechos, como a la educación y paridad en la política.
Se trató de una reivindicación de los derechos tanto de las mujeres como de los hombres, aunque si bien todo iba sobre la base política y de ahí tenía que bajar hacia otros sectores, en lo político-social, la verdad es que las cosas han tardado en cambiar.
Y los derechos siguen restringidos, según han documentado organizaciones como Amnistía Internacional.
Aún así, las mujeres se han impuesto y la poesía no ha sido una excepción. Los temas que abordan son diversos, desde la posición de la mujer en Qatar, la cuestión del ser, el tiempo, su cuerpo, su naturaleza y las opresiones del sistema social.
Por aquí les dejamos una breve lista de cuatro poetas, citada en parte por Ḥiṣṣa al-Manṣūri en ‘Feminismo en la poesía de la mujer catarí’ —que es un recorrido extenso y a fondo del feminismo en Medio Oriente, sin necesidad de una representación Occidental, y cómo su búsqueda y acción ha transformado el quehacer de las mujeres, incluso en la poesía.
Zakīya Māl Allāh
Zakīya Māl Allāh es una poeta graduada de la Universidad de El Cairo. Tiene un doctorado en Farmacología y ha sido directora del Departamento de Control de Calidad en el Laboratorio del Departamento de Farmacia y Control de Drogas del Consejo Supremo de Salud en Qatar.
Su obra ha sido traducida al español y turco e incluye nueve colecciones como Hiya ta’ti (Ella viene), publicada en 2007.
Ḥiṣṣa al-‛Awaḍī
Ḥiṣṣa al-‛Awaḍī es una poeta pionera que —al igual que Zakīya Māl Allā— es consciente de las restricciones sociales qatarís hacia las mujeres, y decidió plasmarlo en sus poemas. Como en esta estrofa recuperada de Intiẓār (‘La Espera’) por Ḥiṣṣa al-Manṣūri:
“Todavía estoy en casa de mi padre,
desde que nací hasta ahora.
Me hago grande, crezco.
crezco en tamaño.
En el tamaño del universo, veo mi preocupación.
En el silencio de la noche, veo mi pena.
Marchitos están mis sueños como yo.
Descansan en un silencio eterno.
Se quedarán soñando como yo.
Vive y mueren… en la casa de mi padre”.
Su‛ād al-Kawwārī
Autora de los poemarios ‘Lam takun rūḥī’ (‘No era mi alma’), ‘Malikat al-ğibāl’ (‘Reina de las montañas’) o ‘Baḥṯān ‛an al-‛umr’ (‘En busca de la vida’), Su‛ād al-Kawwārī ha colaborado con el Ministerio de Cultura, Artes y Patrimonio de Catar así como periódicos nacionales y como activista cultural en aquel país.
Kaltham Jaber
Kaltham Jaber nació en Doha en 1958 y es considerada como una de las primeras poetas y literatas de Catar. De hecho, fue la primera mujer en escribir una colección de cuentos y en publicar una obra importante en la península.
Los títulos que podemos encontrar son ‘I and the Forest are Exotic and Haunted‘ (‘Yo y el bosque, somos exóticos y embrujados’) de 1978, ‘The Face of An Arab Woman’ (‘El rostro de una mujer árabe’) y The Life Cycle in the Qatari Society Tradition (‘El ciclo de la vida en la tradición de la sociedad qatarí’) de 2015.