Este jueves, los estudiantes venezolanos simpatizantes de la oposición y las fuerzas de seguridad volvieron a tener fuertes enfrentamientos cerca de la Universidad Central de Venezuela (UCV), en Caracas.
Los estudiantes se reunieron dentro de la UCV para marchar hacia las oficinas del titular de Economía para protestar por la falta de productos básicos en tiendas y también por la disminución del poder adquisitivo del dinero (es decir, cuánto puedes comprar con cierta cantidad) , que el gobierno se esfuerza por controlar con medidas cada vez más controvertidas.
Aunque un grupo de estudiantes se acercó a dialogar con las fuerzas de seguridad para conseguir que les permitieran avanzar, estas se negaron. De pronto, un grupo que se encontraba más atrás en la marcha estudiantil lanzó bombas molotov. Las fuerzas de seguridad respondieron con bombas lacrimógenas y chorros de agua.
Como en otras ocasiones, el gobierno de Maduro ordenó que los estudiantes no pudieran ir más allá de la universidad en el avance de la manifestación. En el exterior, ya se encontraban equipos antidisturbios de la Guardia Nacional y la Policía Federal Bolivariana.
En enfrentamiento duró horas. Individuos del lado de los estudiantes, equipados con máscaras antigás, se enfrentaron con las fuerzas de seguridad lanzándoles piedras, palos, botellas, bombas caseras y regresando las propias bombas de gas con las que la guardia y la policía respondían.
Los grupos conocidos como “colectivos” se conforman de individuos vestidos como civiles, que aseguran ser ciudadanos comunes en favor del régimen. Es común que los colectivos hagan su aparición una vez que los estudiantes y las fuerzas de seguridad han comenzado un enfrentamiento. El gobierno no reconoce oficialmente su posible relación con los colectivos, pero las fuerzas de seguridad no los atacan.
En esta ocasión, los colectivos entraron al campus y tuvieron violentas peleas con los estudiantes y los opositores sumados a la protesta. Aquí podemos ver una foto publicada por BBC en la que un presunto miembro de los colectivos apunta con una pistola a uno de los manifestantes.
Los colectivos también capturaron y desnudaron a otro de los manifestantes, a quien obligaron a salir de la zona de enfrentamientos.
Según los medios locales y las agencias de noticias internacionales, los colectivos entraron a la universidad disparando al aire.
Al menos 4 periodistas recibieron agresiones y perdieron sus herramientas de trabajo a manos de los colectivos, según organizaciones en pro de a libertad de expresión y medios locales.
Las protestas en Venezuela se han extendido por todo el país desde el 12 de febrero. Estas protestas han sido promovidas principalmente por los estudiantes. Por este motivo, Maduro ha afirmado que la mayoría de los ciudadanos no están en contra de su política económica y que los manifestantes se encuentra bajo las instrucciones de grupos opositores muy pequeños financiados por Estados Unidos con entre 5 y 15 millones de dólares anuales.
Las manifestaciones han dejado más de 500 heridos y 39 muertos (6 de ellos eran guardias nacionales). Mientras la política de Maduro recibe apoyo de los gobiernos ruso y cubano, es condenada por Estados Unidos y la Unión Europea. El gobierno español, por ejemplo, anunció que dejará de vender equipos antidisturbios a Maduro.
¿Pero cómo llegaron las cosas a estar como están?
El conflicto en Venezuela está relacionado con una lucha por la libertad de expresión y contra los altos precios y la falta de productos como papel de baño, enlatados y papel periódico. Aunque el gobierno chavista ha tenido muchos logros en los últimos años, como lograr que la riqueza se repartiera de forma más equitativa, también ha cometido errores muy graves, como endurecer y centralizar en un solo órgano de gobierno todas las herramientas disponibles para importar productos.
Maduro hizo esto porque no quería que las potencias extranjeras controlaran el mercado al interior del país, enriqueciéndose a costa de los venezolanos. También quería asegurarse de que los productos de Venezuela tuvieran más oportunidad de crecer. Sin embargo, no tomó las precauciones necesarias para garantizar que el país pudiera producir eso que dejaría de importar con facilidad. Esto provocó algo parecido a un embudo: caía mucha demanda (se pedían muchos productos en tiendas), pero había muy poca oferta (se podían comprar muy pocos).
Maduro ha permitido verdadero saqueos en las tiendas donde no han querido adaptarse a los precios artificiales del dólar.
Venezuela dejó de ser atractiva para los negociantes extranjeros, lo que recortó mucho la entrada de monedas internacionales que, como cualquier otro producto, se volvieron más caras al ser menos en número, pero muy solicitadas. Hoy, la inflación es un gran problema. El gobierno ha creado ya tres tipos de cambio, que le dan distintos precios al dólar según la cantidad y objetivos con que se compre. Para poder financiar este modelo, el gobierno invierte recursos nacionales, lo que hace todavía más agudo el problema de la escasez.
¿Y cuál es el papel de Estados Unidos en todo esto?
Sin embargo, no todo el problema está causado por las decisiones de Maduro. Estados Unidos está en una carrera energética con Rusia bajo una idea muy sencilla: quien controla el petróleo, controla la economía mundial. Rusia ha logrado frenar el avance de Estados Unidos en Medio Oriente, y también ha tomado por sorpresa a la Unión Europea (la principal aliada comercial de Estados Unidos) al quedarse con Crimea. Rusia quería este territorio pues por ahí pasa todo el gas que le vende a países como Alemania, Francia e Italia. De este modo será más barato para Rusia mover su gas y su petróleo hacia sus clientes, y crecerá más que ellos. Al conocer los planes de Rusia, Estados Unidos quiso tener más control sobre el petróleo latinoamericano. Por este motivo, impulsó una reforma petrolera en México, y buscó negociar modelos de inversión con Brasil.
En esta imagen podemos ver el movimiento de petróleo y gas en el mundo. Vemos la dependencia que Europa tiene de Rusia y Medio Oriente. Estados Unidos depende de Medio Oriente, pero también de México y Sudamérica, especialmente de Venezuela.
Venezuela es uno de los principales vendedores de petróleo de Estados Unidos, pero en lugar de hacerle el negocio fácil, no ha dado su brazo a torcer y, para bien o para mal, se resiste a adoptar su modelo económico o a permitirle invertir directamente en la extracción de su petróleo. Esto significa que Venezuela tiene una gran reserva de petróleo a la que Estados Unidos solo puede acceder como cliente, bajo las duras condiciones del gobierno de Maduro.
Estados Unidos ha aprovechado los serios errores de la política económica de Maduro para mantener una campaña en medios y relaciones políticas que entorpezcan tanto al gobierno de Venezuela, que se vuelva obvia la necesidad de un cambio de gobierno.
Cuando la oposición de Maduro vio el problema económico y recibió el favor de Estados Unidos, organizó manifestaciones. Por supuesto, el espíritu de las protestas es legítimo: el bolsillo de los venezolanos está en peligro y el Estado tiene que hacer todo lo que pueda por solucionarlo. Por su parte, Maduro decidió no modificar su política y llamó traidores a todos los opositores, a los que ahora censura de manera violenta. Maduro no quiere aceptar que, aun en el caso de que haya dinero estadounidense infiltrado en la protesta la mayoría de los manifestantes tienen razón. Sin embargo, Maduro dice una gran verdad cuando afirma que Venezuela está siendo víctima de una agenda asfixiante por parte de Estados Unidos.