En muchas ligas de futbol alrededor del mundo, están prohibidos ciertos festejos: nada de orinarse en la portería, de burlarse directamente del rival o de simular matar a tu compañero con una pistola.
Parece que en las ligas amateurs a veces no conocen mucho esta regla. Fue así que un futbolista que anotó un gol en el enfrentamiento amistoso entre el Pontilcelli y Riolo Terme, decidió aventurarse a celebrar su gol de una manera más cool y terminó expulsado.
No celebró al estilo del Stjarnan FC, que por cierto lo hacen de muy buena manera, sino que decidió aventarse contra el acrílico de la banca y la rompió:
