Lo que necesitas saber:
El sistema de fallas de la Sierra de las Cruces está relacionado con los sismos de la noche del 25 de marzo de 2025 en Naucalpan.
Si viven en Naucalpan, seguro la noche del 25 de marzo de 2025 les sorprendió una serie de sismos que incluso convirtieron a este municipio mexiquense en tendencia en redes sociales.
(De hecho, conforme avanza 2025, los sismos siguen registrándose en Naucalpan como la serie de microsismos en la madrugada del 25 de junio).
Para ir un poco más allá de la noticia, en Sopitas.com conversamos con Carlos del Ángel, director del Instituto de Investigaciones Geológicas y Atmosféricas (IIGEA AC), quien nos explicó que detrás de estos sismos —de la noche de marzo de 2025— estaría el sistema de fallas geológicas en la Sierra de las Cruces.
Fallas en la Sierra de las Cruces y los sismos en Naucalpan
La noche del 25 de marzo una tanda de sismos sorprendió a vecinos y vecinas de Naucalpan y algunas zonas de la alcaldía Azcapotzalco e incluso Miguel Hidalgo.
El primer microsismo —como se les ha bautizado en medios de comunicación— ocurrió después de las 8 de la noche y casi de manera consecutiva se registraron otros tres. A las 10:36, 10:56 y 11:18 con epicentros cercanos a Loma Linda y San Luis Tlatilco. ¿Los sintieron?
El de mayor magnitud —el registrado a las 11:18 pm— fue de entre 2.6 y 2.8. Y de acuerdo con un recorrido del IIGEA AC en la zona, afortunadamente no hubo reportes de daños de consideración.
“Nada más un vidrio en una de las casas que sí se quebró por la sacudida, no pasó a mayores y está acorde con el tipo de efectos que podemos llegar a ver en este tipo de sismos”, nos explicó Carlos del Ángel.
La Sierra de las Cruces
“Es otra falla que baja también del mismo sistema que es el de la Sierra de las Cruces, pues esta zona de montañas es la que produce distintas fallas que vienen desde la Magdalena Contreras, Santa Fe, Huixquilucan, Naucalpan y terminan hacia el Norte como por Villa Nicolás Romero más o menos”.
Sí, el sistema de las fallas geológicas de la Sierra de la Cruces —relacionado con los sismos registrados en Praderas de San Mateo, otra zona de Naucalpan en 2024.
En el caso de los sismos del 25 de marzo de 2025, su origen estaría en ooootra falla de este mismo sistema —es decir, no es la misma que se relaciona con Praderas de San Mateo.
A destacar está el hecho que nos indicó Carlos del Ángel y es que no todas las fallas de este sistema han sido estudiadas.
“Esta es una de ellas, es de las que todavía no se determina justamente el largo, el eje de inclinación, pero que se produce entre una falla entre el Molinito y Zomeyucan y Loma Linda en Naucalpan”.
Si bien en los primeros reportes los sismos se registraron en Los Remedios, lo cierto es que después de analizar los datos, el IIGEA AC identificó los epicentros cerca de Loma Linda y San Luis Tlatilco.
Eso sí, la percepción de los microsismos llegó hasta Azcapotzalco o los límites entre Naucalpan y la alcaldía Miguel Hidalgo en CDMX.
Aunque “creemos que la intensidad o el efecto del sismo se quedó focalizado aquí en el Molinito, San Esteban, la Primero de Mayo, Loma Linda“, resaltó el director del IIGEA AC.
Una secuencia sísmica
Ok, ya conocemos los epicentros, las magnitudes y su origen, ¿pero entonces se trató de un enjambre de sismos?
“Más bien sería una secuencia sísmica porque el primer evento no fue el más fuerte“, nos explicó Carlos del Ángel.
Es decir, el concepto de enjambre implica los eventos que tienen un sismo principal fuerte con sus respectivas replicas.
Sin embargo, en el caso de la serie de 8 sismos del 25 de marzo, el director del IIGEA AC nos habló de una secuencia sísmica porque el primer sismo no fue el de mayor magnitud y porque después del de 2.8 no se registró más actividad.
¿Qué magnitud pueden llegar a tener los sismos en el Valle de México?
“Depende del largo de la falla, si una falla es lo suficientemente larga entre más larga, más probabilidad hay de que se dé un sismo en esa falla de una magnitud más alta. Está correlacionado”, señaló del Ángel.
Y viceversa. Entre más corta la falla, más baja sería la magnitud. Los sismos en Naucalpan han sido un ejemplo, precisamente.
“Supongamos la falla de Praderas que tiene una longitud de 4.3 km. Ese largo nos puede dar hasta un sismo de magnitud 3 que sería lo más exagerado, el tope por lo largo de la falla”, precisó Carlos del Ángel.
En cuanto a la falla de esta serie de sismos del 25 de marzo, como aún no está mapeada, no se conoce su longitud.
Pero por lo general, las fallas locales como esta de Naucalpan o las que hay en Huixquilucan o Atizapán “no dan sismos mayores a 3 o 4”.
Carlos del Ángel recordó que en los 2000 se registró un sismo de 3.5 en zona Esmeralda, aunque ocurrió en un sitio donde no había muchas casas por lo que no hubo reportes de daños.
Si los sismos son recurrentes, pese a que su magnitud sea menor, entonces sí pueden ocurrir daños como lo que vimos en Plateros-Mixcoac en CDMX.
Mucha gente preguntó por la alerta sísmica
Cuando se trata de sismos locales —con epicentros en el Valle de México— la pregunta de: ¿Por qué no sonó la alerta sísmica es recurrente?
“Los sensores del Sistema de Alerta Sísmica se ubican más en las costas de México. Hay varias estaciones dentro de Puebla, el Norte de Guerrero, Oaxaca estado pero estos sensores están configurados para que permitan alertar acerca de sismos grandes”.
El Sistema de la Alerta Sísmica está diseñado para que la gente tenga un poco de tiempo para anticiparse ante un sismo de las costas del Pacífico, pues el viaje de las ondas da un margen de tiempo entre el epicentro del sismo y su impacto en Ciudad de México, por ejemplo.
En el caso de los sismos en el Valle de México, “al ser tan locales, dentro de una colonia, prácticamente se sienten en las colonias cercanas pero no pasa más allá de eso”.
Y en caso de que los sensores de la alerta sísmica estuvieran en CDMX, “aunque se pudiera detectar por medio de la alerta sísmica, no habría tiempo de anticipación porque el sismo ya está ocurriendo debajo de nuestros pies”.
“Donde ha temblado, siempre puede volver a temblar”
Carlos del Ángel concluyó esta charla con la siguiente reflexión: “Debemos tener conocimiento de que existen estas fallas locales y que en algún momento pueden tener una reactivación o activación”.
De hecho, indicó, no es la primera vez que se registra un evento así en Loma Linda o cerca del Molinito en Naucalpan.
“La gente lo deja pasar porque no son sismos impactantes, sólo vibran dos o tres segundos cuando mucho y ya pasó. Esta vez porque fueron varios en un periodo muy corto, pero pueden pasar otros tres meses hasta que vuelvan a activarse o unos 40 años más”.
Lo destacable es que ya hay registros e históricos que nos hablan de que los sismos puedan registrarse de nueva cuenta en estas zonas de Naucalpan. “Donde ha temblado, siempre puede volver a temblar”.
Aunque pidió tranquilidad por los registros históricos que han mostrado los efectos o impacto de los sismos locales.
El análisis y la difusión de la información sobre estas fallas resultaría clave para la tranquilidad de los/las habitantes de Naucalpan, así como para las autoridades en cuanto a los protocolos de protección civil o de construcción —como ya nos han mostrado otras experiencias en la falla Plateros Mixcoac.