Todo lo que pasó durante el sexto día de actividades de la edición más reciente del FICM puede resumirse con dos nombres importantes de la cinematografía a nivel mundial: Quentin Tarantino y Alejandro Jodorowsky.
Después de que se presentaran varias películas en diferentes sedes y horarios, se llevaron a cabo la alfombra roja y la función especial de Somos Mari Pepa, película bien hecha que sin duda conectará de inmediato con aquellos que alguna vez intentaron tener su propia banda de rock.
Somos Mari Pepa llamó la atención de muchas personas en el festival, se hablaban cosas muy buenas de esta cinta y al final se ganó un lugar entre las candidatas a llevarse el reconocimiento a Mejor Largometraje Mexicano en la Selección Oficial del FICM 2013.
Pasaron algunos minutos después de que iniciara la función de Somos Mari Pepa y todos corrimos para llegar al lugar en el que estaba Alejandro Jodorowsky para dar una Master Class en la que no sólo habló de cine, ya que también se abordaron temas como la psicomagia.
La gente comenzó a llegar desde las 11:00 horas, el foro estaba lleno y aun así muchísima gente se quedó afuera, por lo que algunos se organizaron para tratar de entrar a la fuerza, como si se tratara del concierto de una banda legendaria. Muchos se alcanzaron a colar y entraron a la mitad de la plática, causando un poco de caos que afortunadamente se pasó muy rápido.
Para empezar con su clase, Jodorowsky dijo que no iba a hablar de cine y que no tenía idea de qué hablaría, además de que era muy malo para enseñar algo.
A lo largo de una hora y media, el director cuestionó y criticó a la industria cinematográfica de Estados Unidos y mencionó que considera que el 3D es un falo que te viola mientras que estás sentado en una sala de cine.
Yo quiero hacer cine que realmente te sirva de algo cuando lo veas, para hacer cine hay que saber muy bien lo que es un ser humano, dijo el cineasta de origen chileno y continuó: Todo el universo está en un minuto, no sé si “La danza de la realidad” sea mi mejor película pero sí es la más diferente que he hecho, no se parece a otra película que yo haya visto.
Jodorowsky comenzó a hablar sobre las familias y en algún momento invitó a uno de sus hijos, Brontis, a que subiera al escenario y compartiera cómo fue su experiencia al haber participado en La danza de la realidad, filme en el que interpreta al padre de su padre.
El director siguió hablando sobre los lazos familiares y lo malos que pueden ser en ciertos casos. Alejandro y Brontis concluyeron su diálogo con un abrazo y posteriormente el segundo regresó a su lugar.
Para terminar con su clase, Jodorowsky habló y habló de la psicomagia, después dijo: Pues así terminó mi clase, ¿qué les parece si ustedes gritan una pregunta y yo se las contesto?
La mayoría de los asistentes reaccionaron muy bien ante la sugerencia y comenzaron a preguntar diferentes cosas, desgraciadamente no hacían preguntas que realmente valieran la pena.
El realizador cerró su intervención contando la anécdota de lo que sucedió cuando presentó una película en Acapulco y Emilio “El Indio” Fernández le disparó en repetidas ocasiones. Un día ambos directores se reencontraron, Jodorowsky le invitó una botella al Indio y años más tarde colaboraron juntos.
El también escritor firmó libros para sus fans y en la noche se paseó por la alfombra roja de su nueva película, la cual se presentó por primera vez en México.
Al mismo tiempo que muchos enloquecían con la llegada de Jodorowsky, otros hacían todo lo posible por entrar a una de las salas del Cinépolis Centro debido a que Quentin Tarantino estaría ahí para presentar la película Blue.
Tarantino llegó, saludó a todos de forma muy amable y en español, introdujo la cinta, fue a su lugar, se sentó y se tomó una cerveza para pasarla mejor.
El FICM sigue, Quentin presentará un par de filmes más y todavía falta que se exhiban más películas que forman parte de la Selección Oficial de este año.
