Este es, muy probablemente, el conflicto más estúpido en torno a la libertad de expresión y uso de imágenes periodísticas. Resulta, no obstante, bastante sintomático de una sociedad que considera la violencia pornográfica en sí misma.
Un grupo de estudiantes coordinados con la policía del Sheridan College en Canadá realizó un simulacro de tiroteo lleno de sangre y acción en la escuela . El plan tenía como objetivo mostrar que los tiroteos existen y que son sangrientos y locos… o algo así. En todo caso, es parte de las responsabilidades de formación cívica de las autoridades locales el realizar demostraciones de la poli en acción frente a grupos de estudiantes de todos los niveles.
Esta representación en particular ocurrió el 25 de noviembre pasado. Dos policías hicieron las veces de maleantes, otros ilustraron su papel de agentes de la ley, mientras que 15 estudiantes de teatro hicieron de tipos muertos y 10 más de heridos. Parece que decidieron recrear una peli de Tarantino en vez de una intervención exitosa.
“Que yo sepa, esta es la primera vez que hemos hecho algo como esto en un lugar público . Ya hemos hecho simulacros en escuelas secundarias , pero en realidad nunca con la participación de los estudiantes, que normalmente están en modo de bloqueo. Esta es la primera vez que ha sido interactivo, con maquillaje y todo”, dijo el histriónico sargento Barry Hughes al periódico escolar The Sheridan Sun.
Por supuesto, un incidente tan cool (?) fue tomado en video y fotos por los jóvenes periodistas de la escuela, quienes después subieron el material a la página web del diario estudiantil.
Sin embargo, un día después de que el material fuera puesto en línea, Sandy McKean, el decano de periodismo, televisión y cine de la escuela dijo que esas imágenes eran muy violentas para el periódico escolar y que debían ser eliminadas del sitio.
Algunos miembros de la facultad se pusieron bastante furiosos con la decisión y lo llamaron “un acto de censura.”
Los chicos de Oppsing Views, por su parte, argumentan que el verdadero motivo por el que las autoridades escolares pidieron que la información fuera eliminada era que ningún directivo desearía que su escuela fuera asociada a tal clase de imágenes.
La situación resulta absurda en sí misma, pero adquiere seriedad cuando se piensa que escuelas así inculcan formación moral en torno al manejo de la información. Son una muestra de que, para algunos, la protección de la impresionabilidad estética de un lector debe estar por encima de la puntualidad de la información; protección procurada no como un fin en sí misma, sino como estrategia mercadotécnica.
En su excelente ensayo La imagen intolerable, Jacques Rancière reflexiona en torno a la imagen violenta, impactante y brutal en el ámbito periodístico y sus posibles funciones tanto informativas y éticamente útiles como pornográficas. Distingue el filósofo entre lo intolerable de la imagen y lo intolerable en ella, dos ámbitos cuya diferencia resulta importante y que más valdría a toda formación periodística tener en cuenta: no toda imagen violenta violenta moralmente la mirada.
Si bien la censura de un tiroteo fingido es más que estúpida, y quizá por ello intrascendente; no lo es tanto la alarma y los intereses de los que proviene, mismos que han sido exhibidos por distintos medios que rechazan imágenes del conflicto Sirio, por ejemplo, encubriendo intereses políticos tanto rusos como estadounidenses bajo la bandera de la sobriedad y la prudencia.
Como sea, fuera de la reflexión, la tipa del minuto 2:06 es una loca sobreactuada.
Vía: Elite Daily