Bueno, seamos honestos, nadie espera que Annabelle sea una profundísima reflexión a través del género fantástico de la condición humana y nuestro contacto con lo divino y, saben, eso está perfecto.
Annabelle se estrena hoy en nuestro país: la cara de la muñeca que conocimos en El conjuro ha deambulado por toda la ciudad en autobuses y espectaculares, hoy, por fin, podrás tener la oportunidad de verla, pero seguramente aún dudas si vale la pena ir o no.
Sabemos que hay muchas personas que de verdad disfrutaron de El conjuro, aquella película de James Wan que trata del más importante caso que atendieron los parapsicólogos Lorraine y Ed Warren. El conjuro fue, para muchos, una de las pocas películas de terror con escenas memorables y un argumento más o menos sólido que se hayan hecho en los últimos años del cine fantástico de amplios circuitos en Estados Unidos.
Para otros, El conjuro fue más bien otra película de terror, que se suma a la pila de decepciones que Estados Unidos ha exportado desde hace décadas a todo el planeta (no hablamos, claro, de la producción independiente que se cocina aparte).
Sea cual sea tu veredicto de la película, es difícil negar que una de las secuencias mejor logradas de El conjuro es aquella en donde conocemos a la muñeca Annabelle, uno de los casos que los Warren lograron atender.
Vamos a ser honestos contigo, dado que lo que te interesa es saber si vale la pena pagar por ella, la respuesta es sí, siempre y cuando consideres un par de cosas.
Primero que nada, sin riesgo de spoilers, te podemos resumir que lo pasa en la película es la historia de cómo la muñeca se convierte en receptáculo y conducto de lo maligno (es decir, un elemento físico a través del cual se manifiesta una entidad espiritual, en este caso, un demonio). Sí, al final del día estamos hablando de una un película de demonios, así que si temías ver a Annabelle corriendo por ahí con un cuchillo como Chucky, pues (lamentablemente para algunos), la cosa no es así.
La película está enfocada en una pareja de recién casados que son obligados a ser parte del nacimiento de la muñeca Annabelle como este elemento demoniaco. Rituales satánicos, asesinatos y otras hermosas situaciones llevan a la pareja a enfrentar un mal que les puede arrebatar lo que más quieren: su pequeña hija.
Ahora, a decir verdad, la película no dice más que eso, y lo afortunado del asunto es que no debería tener que decir más. La película no viene a salvar el cine de terror, ni siquiera puede llamarse una de las mejores del subgénero muñecas endemoniadas/ritos oscuros/asesinatos setenteros/almas perdidas, pero como dicen las madres con hijos feos, una vez que dejas de esperar lo mejor, lo que sea es más o menos bueno.
Annabelle tiene muy buenos momentos para asustarse, claro, muchos de ellos patrocinados por esa mezcla de sonido que pone a prueba tus esfínteres (un madrazo en la puerta, un sartén que cae y hace todo el ruido del universo) pero también hay buenos momentos de tensión en donde el miedo no nos ataca de golpe sino que va trepando de tus intestinos a tu garganta gracias a en escenas moderadas, cadenciosas, en las que no sabemos bien de dónde proviene el mal y no terminan (gracias) en un ruidoso telefonazo.
Las actuaciones de los actores son lo que esperas de una película de terror estadounidense de nuestros tiempos. No hay más que decir.
Lo que sí es cierto es que nosotros también esperábamos que la película fuera lamentable y por fortuna no lo es, en realidad es una excelente película para todos aquellos que disfrutan de saltar en su butaca de vez en cuando.
La forma en que se inserta a la muñeca en la historia y el hecho de que, a pesar de ser un eje importantísimo de la trama, no abuse ni de su presencia ni de su poder, se agradece mucho; la muñeca no llega a realizar actos ridículos (pero graciosos e inolvidables), como en Chucky o Puppetmaster, la película se quiere mostrar mucho más sobria en ese sentido.
¿Qué no verás? A la muñeca Annabelle abriendo la boca/corriendo/matando, etc. No es una película sangrienta tampoco, y no satisfacerá mucho a los muuuuuy fans del cine de lo supernatural.
¿Qué sí veras? Una película equilibrada, nada pretenciosa ni tampoco vulgar, una película que se muestra a sí misma como puede ser y no como nos gustaría que fuera: una fábrica mediana de sustos que, si nos preguntan, vale perfectamente el boleto de cine.
No queremos decir que la película es mala, sólo queremos que, si ya pagaste por ir al cine, al menos disfrutes el rato que pasas ahí, ve con la actitud de ver una peli divertida, ve por los LOLs, sácate una selfie con las muchas de las muñecas, reproducciones de Anabelle, que hay exhibidas en los cines y fin. Si vas con actitud de tener una experiencia estética reveladora de ciertos objetos que son conductos de las realidades cósmicas y naturales para el contacto del hombre con lo divino, pues mejor ni entres.
Si eres fan de las películas de muñecos malditos o de demonios, adelante, desde luego que debes ver esta cinta y estamos seguros que una vez que dejes de esperar una perfecta película de terror, o una película tan fuerte que fue prohibida en Francia (acierto propagandístico que, más bien, resultó ser una pelea adolescente), la vas a disfrutar mucho.
https://www.youtube.com/watch?v=JKbjkXwU68k