Durante la segunda ronda del Tour de Campeonato de la PGA, uno de los mejores de la actualidad, Rory Mcllroy se vio involucrado en una de esas situaciones en las que confirmamos que la vida es sumamente caprichosa.
Es más, si lo quiere intentar de manera adrede, no se vuelve a salir. Rory Mcllroy se encontraba en el hoyo 14 y desde su zona, tenía mucho campo libre pero debía ser muy certero a la hora de golpear la diminuta bola.
Después de concentrarse y de que el público guardara silencio, el golfista norirlandés hizo su característico swing y la bola voló, voló y voló. No hizo birde, mucho menos eagle. Es más, ni la acercó al banderín. Un gran árbol se cruzó en el camino pero eso no fue todo.
El destino de la pelota no fue el que muchos hubieran pensando pero alguien se sintió afortunado al haber sido “tocado” por el que pinta a ser el sucesor de Tiger Woods.
Vean nada más dónde terminó la bola tras el tiro:
¡¡¡No manches!!!
Eso sí que es un tiro de suerte y seguramente el aficionado que recibió este regalo caído del cielo se quiso echar a correr pero como las cámaras ya lo tenían enfocado y toda la gente lo veía, mejor cotorreó con el mismo Rory Mcllory a ver si le sacaba algo, mínimo una sonrisa.
Lo reto a que lo vuelva a hacer…